Armando Julio Reverón Travieso nació en la ciudad de Caracas, Venezuela, en 1889. Se le considera un artista precursor del arte povera en América Latina.
El arte povera se caracteriza por crear obras con materiales sencillos, pobres o poco convencionales para hacer arte. El arte povera se hizo notorio en la década de 60 en Italia.
Tuvo una infancia inestable. Desde pequeño fue cuidado por un matrimonio, amigo de sus padres. En la adolescencia contrajo fiebre tifoidea lo cual repercutió en su salud mental hasta sus últimos días.
Armando Reverón estudió en la Academia de Bellas Artes de Caracas en 1908. Viajó a Barcelona, España, para estudiar en la Escuela de Artes y Oficios, y a Madrid para ingresar a la Academia de San Fernando. Después viajaría a París donde descubriría la pintura de Goya que influyó en su estilo plástico.
En 1915 regresó a Venezuela. Dio clases de pintura y criticó la enseñanza tradicional venezolana en las bellas artes. Sacó a los alumnos de las aulas y los conectó con naturaleza para que captaran los colores y paisajes.
La obra de este autor latinoamericano tiene tres periodos que se clasifican por los colores que predominaron: azul, blanco y sepia.
En el periodo azul, el tono que prevale en sus pinturas es el del mar y el agua, como en “La Cueva” de 1920.
En el blanco, sus obras estarían llenas de luz y claridad como en “Juanita sentada” de 1933.
En “Autorretrato con muñecas”, de 1949, los colores del venezolano son sepias.
Artistas como Pablo Picasso, Alí Primera, Carlos Cruz-Diez, Fernando Botero, Antonio Saura o Sofía Ímber admiraron su trabajo.
Reverón fue reconocido hasta después de su muerte. En el 2007 el MoMA le dedicó una retrospectiva; la primera de un artista venezolano.
Falleció en el Sanatorio San Jorge de Catia a los 65 años, en 1954, cuando se le había diagnosticado esquizofrenia.
Sus restos descansan en el Panteón Nacional de Venezuela desde 2016.