Cassils, Marcos Chin y Max Colby son tres de los artistas queer más reconocidos en la actualidad debido a que sus trabajos ofrecen nuevas e interesantes interpretaciones del mundo.
En el arte queer el cuerpo se convierte, sin lugar a dudas, en el mejor medio para realizar estas nuevas representaciones y lecturas sobre la sexualidad y el erotismo.
No se trata de un arte gay sino de un arte que cuestiona los límites y paradigmas sociales para tratar de cambiar nuestros pensamientos a través del cuerpo y de la intimidad.
Justo por eso resulta necesario explorar el trabajo de tres de sus mejores exponente ya que cada uno, muy a su estilo, busca romper con ideas dominantes y acabar con las etiquetas, lo que implica dejar atrás construcciones sexuales como el género, la sexualidad, la identidad sexual y la orientación.
Cassils
Cassils es un artista canadiense que vive en Los Ángeles cuya propuesta artística corporal resulta sumamente interesante.
Los performances de Cassils se caracterizan por llevar el cuerpo al límite y pedirle al espectador que atestigüe actos llenos de violencia, mientras evoca ideas de dolor sensorial.
Un ejemplo del trabajo más relevante que este canadiense ha realizado es el performance The Powers that Be, donde desnudo y solo, rodeado de luces de autos, este es oprimido por una fuerza invisible, por lo que debe de patear, golpear y luchar por su vida.
Como fondo usa una mezcla de estaciones de radio en la que destacan voces noticiosas que narran actos violentos perpetrados contra cuerpos marginalizados.
Otro de sus performance más conocidos es Inextinguishable Fire, donde se presenta frente a la audiencia mientras se le prende fuego. Aunque el acto es calculado, el espectador no puede dejar de sentir el dolor físico y el terror de quemarse.
Marcos Chin
Las ilustraciones de Marcos Chin son famosas debido a sus colaboraciones con empresas como Google y Ford, además de medios como la revista Rolling Stone y The New York Times.
Desde pequeño su vida ha sido una constante lucha ya que se vio obligado salir de Mozambique, país en el que nació a mediados de la década de los 70, debido a la guerra civil.
Desde pequeño mostró interés por el mundo del arte, pero jamás pensó que lograría tener una carrera tan exitosa como la que actualmente tiene. Sin embargo, a través de muchísimos esfuerzos y dedicación lo consiguió.
Otro aspecto que lo marcó, tanto en su vida profesional como personal, fue el hecho de que en muy raras ocasiones se vio reflejado en los diversos medios al ser un hombre de origen asiático y gay.
Al detectar esto y notar que anteriormente ser queer era motivo de vergüenza en ciertos lugares decidió combatir estas creencias desde su trinchera: el arte.
Justo por esta razón es que en su universo creativo contempla la diversidad, tanto en preferencias sexuales como de etnias.
Max Colby
El artista queer Max Colby crea obras de técnica mixta en las que examina problemas sociales a través de su perspectiva.
Su serie de intrincados bordados y ensamblajes textiles abordan las formas y técnicas artesanales tradicionalmente ligadas a entornos domésticos, religiosos y ceremoniales.
Aunque la mayor parte de sus creaciones pueden parecer muy alegres y coloridas, a menudo comienzan desde un lugar en el que se plantea cómo la comunidad LGBTTTIQ lidia con la violencia y la opresión.
Otro aspecto sumamente interesante en el trabajo de Colby es que suele investigar la historia del material que utiliza para así poder entablar conversaciones a diversos niveles ya que brindan un contexto totalmente diferente al espectador.
Actualmente Colby trabaja en una nueva serie que considera la identidad trans y no binaria, la cual está inspirada en retablos ceremoniales.