La voz e interpretación de Yseult, de apenas 26 años, cautiva a cualquiera, pues vive su arte como pocos lo saben hacer.
Desde pequeña, la multifacética artista, pues también compone y modela, sabía que su camino estaba en el mundo de la música.
Por dicha razón fue perseverante y aprendió a tocar el teclado desde niña debido a que tenía muy claro cuál era su gran pasión.
Sus padres, un par de exiliados de la comunidad Eton de Camerún influyeron, sin habérselo propuesto, en su formación musical. Su padre es un gran amante del jazz y de la música clásica, mientras que a su madre le fascina la variété française.
Gracias a eso fue que Yseult pudo crear su propio etilo de música, el Y-Trap, que es una mezcla entre trap y variété française.
El Y-Trap, de acuerdo con la propia Yseult, también es un estado de ánimo, un mood personal y eso es justamente lo que deja ver en cada una de sus presentaciones.
A Yseult se le podría calificar como una moderna Edith Piaf, pues expresa dolor, ira e ilusión de una forma que solo las grandes artistas lo saben hacer.
Lo que transmite a través de sus canciones solo pocos artistas lo logran y ella, a su corta edad, lo hace espectacularmente.
Si aún no has escuchado o visto nada de Yseult, la presentación que dio en el Centro Pompidou de París es ideal para que empieces a seguirla ya que a una artista de este calibre solo le puede esperar una larga y exitosa carrera por delante.