España sirvió de inspiración para Ernest Hemingway, que con una característica pasión e intensidad, se colocó como uno de los más grandes periodistas y escritores de todos los tiempos.
Ganador del Premio Pulitzer en 1953 por El viejo y el mar, su libro más conocido, escribió gran parte de su obra literaria inspirada en el país europeo, que le acogió por constantes y largos periodos.
Hemingway, aprendió de España, sus costumbres, sus tradiciones y su esencia, además de que vivió uno de los periodos más intensos y destacados de su historia, la Guerra Civil española (1936-1939).
Este hecho que sin duda marcó a una generación y que también encontró reflejo en varios artistas como Dalí o Picasso, no fue la excepción para el escritor estadounidense que, sumergido en temas como la naturaleza, la vida y la muerte, fue que decidió mudarse a España.
Con 23 años e interesado en la tauromaquia, llegó a España en 1922, donde permaneció durante 10 años.
En dicho tiempo, el escritor originario de Oak Park, Illinois, encontró la fascinación y horror en la plaza de toros, que bien describió más tarde en su libro El verano peligroso (1959-1960) como “la propia actuación como artista creador y la necesidad de comportarse como un matador hábil”.
Para Hemingway, los toros se convirtieron en parte esencial de su escritura. Convirtiéndose en un verdadero experto de la tauromaquia, sobresalió desde su primera corrida en Las Ventas de Madrid, la cual narró para el Toronto Star del que era corresponsal.
Fue admirador de los toreros, a quienes consideraba por su bravura y espíritu indomable y de lo cual también abordó en su novela Fiesta, escrita en 1926.
Sobreviviente de la Primera Guerra Mundial, a la cual se enlistó como parte del ejército italiano, vivió una segunda experiencia bélica a su regresó a España en 1936, donde sirvió como corresponsal de la North American Newspaper Allianc.
La Guerra Civil, fue la base de su obra Por quién doblan las campanas (1940), además de que provocó el flechazo con la también reconocida periodista y escritora estadounidense Martha Gellhorn, quien se convirtió en ese año, en su tercera esposa.
El guión del documental Tierra española y la obra de teatro La quinta columna fueron otros de los trabajos que Ernest Hemingway dedicó a España.
En 1959, realizó su último viaje a este país que tanto le apasionó, acompañado de su cuarta esposa Mery Welsh. Como corresponsal de Life, escribió algunas crónicas taurinas, que terminaron con su suicidio el 2 de julio de 1961.