Beto de Volder es un pintor y escultor argentino que conecta con la visión etérea y poco tangible donde la línea geométrica discurre como un ente invisible.
Para Volder, el arte es un generador de incógnitas, de respuestas y de movilizaciones, por ello, siempre busca que esta lo movilice y movilice a otros.
Trabaja de una idea simple que le causa placer, una línea que se expande en el espacio permanentemente, a veces en papel, otras en maderas caladas o en esculturas, pero siempre es una línea que da vueltas.
La linea y la curva definen su obra y están omnipresentes en esta.
Mediante el uso plano del color, el artista juega con las líneas que recorrerán distintas direcciones, se atraviesan, se oponen, pero siempre juegan entre sí.
Su arte se ha expuesto en América Latina y Estados Unidos.
