Rossy de Palma no es simplemente la musa del director de cine español Pedro Almodóvar. También ha tenido una larga carrera como actriz.
Ha aparecido en alrededor de 70 películas en total. Siete de ellos dirigidos por Almodóvar a quien conoció mientras trabajaba de camarera en un bar de rockabilly en el Madrid de la década de 1980.
Nacida el 16 de septiembre de 1964, la carrera artística de De Palma abarca 30 años, y es que, desde que era una niña siempre ha querido verse como artista.
“Me encantaba la música, la poesía y la danza cuando era niña. Bailé ballet y compuse música. La gente me conoce como actriz, pero prefiero describirme como artista”, enfatiza.
A los 19 años dejó Palma de Mallorca, donde nació y creció, por Madrid, donde tocó en una banda llamada Lo peor posible.
Cuatro décadas después, sigue siendo una de las colaboradoras habituales del director: una figura vívida y volátil en películas como Mujeres al borde de un ataque de nervios, La flor de mi secreto, y la más reciente: Madres paralelas, una historia de tensas confusiones maternas y secretos enterrados de la guerra civil española, y de De Palma, de 57 años, interpreta a la confidente de la problemática heroína interpretada por Penélope Cruz.
Cuando la conoces, puedes ver por qué no es solo su rostro lo que atrae a Almodóvar. Ella llena la habitación. Más que eso, ella lo posee. La sala se convierte en un escenario donde ella es la estrella, la diva y un chispeante espectáculo de fuegos artificiales. Pero es con calidez, presencia y aparentemente sin pretensiones. “No presto atención a la cámara. A la cámara no le gustará si haces eso. Esa es mi manera de trabajar”, dice de Palma.
"Para mí, la realidad es un poco dura", admite. "Prefiero fluir y descubrir. Soy como una mariposa".
Más allá de Almodóvar, en el ámbito de la moda, De Palma se convirtió en una de las musas de Gaultier debido a que la eligió repetidamente en sus desfiles, lo que incluyó su última colección de alta costura primavera 2020. También desarrolló vínculos creativos con otros diseñadores, como Thierry Mugler, Alexander McQueen y el difunto Azzedine Alaïa.
"Nuestra conexión es más que una simple historia de moda", dice. "Ellos, junto con Pedro, por supuesto, son mi familia. Los admiro mucho por su talento, pero más allá de eso, los amo".
Las imágenes ambiciosas y elegantes que se comparten regularmente en la cuenta de Instagram Rossy de Palma demuestran que la moda sigue siendo una parte tan importante de su fuerza vital como cualquier otra cosa. "Para mí es arte", dice. "Los diseñadores que crean con intención son artistas. La forma en que nos vestimos es como un lenguaje emocional para comunicarnos con los demás a través de nuestra ropa".
Últimamente, dice, lo que la mantiene más inspirada es un cambio social radical y la oleada de poder femenino que ha venido con él. "Estoy descubriendo a muchas mujeres, guionistas, directoras, que ahora se están despertando de alguna, no sé, pesadilla eterna", dice. "Antes era como, 'Dios mío, ¿cómo puedo lidiar con el trabajo, los niños, la familia, lo que sea?' Ahora ya no existe esa culpa. Estamos completamente abiertos a nuestro futuro. Todo está sucediendo para nosotros".
Sentir un sentido de aprecio por este momento en su vida y carrera es fácil para De Palma. Una de sus pocas reglas es mantenerse positiva tanto como sea posible. Ella siente que quejarse es una estúpida pérdida de tiempo y energía: "Mientras más gratitud tienes, más crece, como cuando abres una botella de champán. ¡La gratitud tiene burbujas!".
Los destinos de Rossy
Rossy es una estrella internacional, pero jamás ha podido dejar de lado la belleza de su patria.
"Yo amo España. El sol, la luz y la calidez de la gente hacen que sea agradable estar aquí”, dijo de Palma a Scandinavian Traveler. “Viajo mucho por el país, generalmente por trabajo más que por placer”.
Al ser cuestionada sobre algún lugar preferido en el país que la vio nacer, la encantadora actriz contesta que ama todas partes. Para ella, hay tantos lugares que vale la pena ver. "Personalmente amo Asturias y soy un visitante habitual allí. También me encanta el País Vasco con Bilbao y el Museo Guggenheim. Barcelona y Cadaqués son otros lugares que me gustan."
Con eso en mente, y para adentrarnos más a profundidad en sus gustos, a continuación te presentamos los destinos preferidos de la actriz:
Madrid
“Llegué a Madrid cuando era joven y ahora vivo a las afueras de la ciudad, un poco más cerca de la naturaleza (...) Madrid es como Nueva York. No necesitas decirle a nadie quién eres en Madrid. Es liberador y significa que puedes ser tú mismo. Madrid es caótico, pero tiene mucha energía positiva. La ciudad te abraza”.
Mallorca
Los padres de de Palma eran originarios de Asturias y el País Vasco, pero se mudaron a Mallorca, donde aún viven, por lo que ella vuelve a Baleares cada verano.
“La vida es buena en Mallorca. La comida es buena, no solo en Palma, sino en los pueblecitos. Si vas a Mallorca, debes tomar el tren desde la estación de Plaça d'Espanya de Palma hasta el pueblo de Sóller. Es como viajar en el Orient Express”.
Actualmente está planeando un viaje a pie por la isla con sus hijos. "Soy una verdadera chica isleña", asegura.
Real Alcázar de Sevilla
“Recientemente trabajé en una producción donde pudimos entrar al palacio real del Real Alcázar de Sevilla. Es tan hermoso que casi te da el síndrome de Stendahl, un trastorno psicosomático que provoca latidos cardíacos rápidos, mareos, desmayos, confusión e incluso alucinaciones. Los síntomas aparecen cuando estás expuesto a una experiencia de gran importancia personal, en particular, ver arte.
“Es especialmente hermoso cuando los naranjos están en flor. El alcalde de Sevilla me ha invitado a una visita privada. Esa es una invitación que definitivamente aceptaré, idealmente con amigos”.
Una película para conocer España
Si la visita a su país no es posible, Rossy recomienda España en un día, una película de Isabel Coixet, que se basa en clips de redes sociales de 22 mil personas comunes. El documental trata sobre un día en la vida de las personas y muestra a España en modo cotidiano y festivo.
“La película muestra nuestro ADN español”, dijo la directora Isabel Coixet al canal de televisión TV RTVE.
“Te muestra la verdadera España”, dice de Palma. “Es una película fantástica”.