A lo largo de su carrera, la arquitecta barcelonesa Carme Pinós ha creado una gran cantidad de proyectos que tienen por objetivo construir relaciones entre el edificio, el paisaje, la ciudad y las personas que los habitan.
Para la artífice de CaixaForum Zaragoza y varios rascacielos en México la última meta que deben de alcanzar sus creaciones es la de embellecer el contexto.
Y con su obra, Pinós definitivamente brinda un nuevo sentido al contexto, pues lo amplía y lo lleva a otro lugar.
Eso se ve en la forma en que sus edificios se integran y se asientan en donde los levanta ya que sus construcciones suelen buscar extenderse, siempre más allá de sus límites, tanto hacia afuera, incorporando y construyendo espacios, plazas y lugares de encuentro, como hacia dentro, con una geometría que parece difícil capturar en un solo golpe.
El trabajo de Carme Pinós ha sido reconocido desde el principio. El que llevó a cabo en la década de los 80 en colaboración con quien entonces era su pareja, Enric Miralles, fue tan solo el principio de una larga y exitosa carrera.
Juntos levantaron algunos de los trabajos más destacados de la arquitectura catalana de final de siglo XX, como el Cementerio de Igualada o las instalaciones de Tiro con Arco para los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, hoy caído en desgracia y en completo abandono.
Para Pinós su vida y su profesión son la misma cosa, y su estudio es su familia, lo que se refleja en la atención que brinda a cada proyecto ya que no hay detalle que se le escape. Cabe mencionar que pertenece a una generación en la que las arquitectas eran minoría, por lo que tuvo que elegir entre desarrollarse profesionalmente o su vida familiar y optó por la primera, pues era donde se sentía más plena.
La arquitectura de Carme Pinós es diversa, adaptada a cada proyecto, pero con una base común: siempre tiene al contexto y al entorno al centro, como su meta final.
Actualmente en el Museo ICO de Madrid se lleva a cabo una retrospectiva de su obra “Carme Pinós. Escenarios para la vida”, la cual muestra de forma extraordinaria a una de las grandes figuras de la arquitectura española contemporánea.
La muestra, curada por Luis Fernández Galiano y pensada antes de la pandemia para haber sido inaugurada en octubre del año pasado, se vio retrasada hasta febrero de este 2021, por lo que permanecerá abierta al público hasta el mes de junio.