El rebozo, prenda fundamental en la cultura mexicana
El rebozo es una prenda relacionada directamente con la identidad nacional. Sin embargo, va mucho más allá.
Sus orígenes no están muy claros, las investigaciones sobre el tema tienen distintas teorías.
La primera, indica que en el México prehispánico se utilizaban trozos de tela como ornamento o para cargar ciertos materiales. Hombres y mujeres lo utilizaban.
Aunque otras deducciones apuntan a que tiene influencias provenientes de la India o de los mantones de manila, españoles.
También aparece en algunos puntos de Centro y Sudamérica.
Lo cierto, es que es una prenda producto del mestizaje que evoluciona con el tiempo.
Y que poco a poco tomó preponderancia en los atuendos.
Con la Revolución Mexicana era común ver a las soldaderas portándolo.
Después, se convirtió en un elemento indispensable para las madres, pues ahí transportaban a los bebés o niños en la espalda.
Sin estatus social
El rebozo de forma alargada y rectangular, es empleado por todas las clases sociales.
Entre sus materiales se encuentran el algodón, seda o lana como principales.
Y aunque en todo México se fabrica, su producción destaca en el Estado de México, Michoacán, Oaxaca, Querétaro o San Luis Potosí.
En su mayoría son confeccionados por telares de cintura. Los colores y motivos también son muy ricos.
En el siglo XX cobró relevancia, incluso Frida Kahlo, artista reconocida mundialmente fue portadora orgullosa de esta prenda.
Es motivo de ferias, canciones, poemas y museos.
Su simbolismo es profundo en tanto cubre, arropa y adorna. Muchas son las interpretaciones que se le dan.
Desafortunadamente ya no es tan común, pero nuevas tendencias lo intentan rescatar.
Así como diseñadores prestigiados que lo incluyen en algunas de sus colecciones.
Una prenda valiosa para la cultura mexicana que no se debe perder.