Brian Donnelly, mejor conocido como KAWS, recibió 900.000 dólares en daños y perjuicios por parte de un tribunal de Nueva York después de que presentara una demanda en 2021 acusando a un hombre en Singapur de reproducir sus obras en cientos de productos, con un valor aproximado de más de $ 63 millones.
Las autoridades ordenaron a Dylan Joy An Leong Yi Zhi y a dos empresas de Singapur asociadas con él que dejaran de producir los productos falsificados que presentaban al conocido personaje Companion de KAWS.
De acuerdo con el fallo, los 900,000 dólares otorgados a KAWS están destinados a compensar el impacto que la falsificación de Dylan Joy An Leong Yi Zhi tuvo en el mercado.
David Arkin, asistente de proyectos de KAWS, dijo en documentos judiciales que los productos de Leong tenían un precio de entre los 59 y 3,299 dólares, y que, el precio minorista total de los 154 artículos falsos de KAWS, superó los 63 millones de dólares.
Brian Donnelly, conocido como KAWS, cuando presentó su escultura SHARE. Foto: Artnet
Dylan Joy An Leong Yi Zhi vendía muñecos de peluche, figuritas de vinilo, ceniceros, patinetas, lienzos, carteles, esculturas, alfombras y luces de neón, según el fallo.
En cuanto a las obras auténticas de KAWS, estas pueden venderse por millones: su récord de subasta se estableció en 2019 cuando Sotheby's Hong Kong vendió The KAWS Album (2005) en 14,8 millones de dólares.
Según los documentos judiciales, uno de los sitios web de las empresas declaró que los productos a la venta eran "reproducciones personalizadas hechas a mano debido a los bajos precios que podemos ofrecer". Lo anterior, según el fallo, fue suficiente para evidenciar que Dylan Joy An Leong Yi Zhi tenía la intención de vender productos KAWS falsificados con todo lo que esto implicaba.
Detalle de The KAWS Album. KAWS. Foto: Artnet
Los abogados de KAWS presentaron evidencia de 154 productos creados por Leong que, según afirmaron, infringieron los derechos de autor del artista.
KAWS explicó que la venta de imitaciones de su trabajo daña su reputación entre el público comprador y los aficionados al arte e incluso puede afectar el mercado de su trabajo original porque los compradores temen adquirir una falsificación sin darse cuenta.
Un dato que vale la pena resaltar y que salió a luz en la demanda es que KAWS gasta más de 40,000 dólares al año identificando falsificaciones y emitiendo avisos de alerta por los mismos.