El mundo del arte está de luto por la muerte de Ju Ming, el escultor taiwanés cuyo ascenso en la década de 1980 allanó el camino para una apreciación internacional más amplia del arte contemporáneo que hacía referencia al patrimonio cultural chino.
De acuerdo con los primeros informes, el artista, de 85 años, decidió quitarse la vida en su casa en Taipéi el 22 de abril.
Nacido Ju Chuantai en el condado de Miaoli de Taiwán, Ju aprendió a pintar y esculpir a los 15 años y se hizo famoso por su representación icónica de figuras humanas basadas en el tai chi y el budismo.
Sus obras resultan fáciles de identificar gracias a que sus protagonistas realizan dinámicas posturas y cuentan con una distintiva abstracción geométrica.
Taichi Series: Single Whip. Ju Ming. Foto: Christie's
Usando una gran variedad de materiales como madera, piedra, bronce y acero, Ju siempre logró transmitir una cualidad táctil y artesanal que se remontaba a su formación en talla de madera.
Con muchas de sus esculturas monumentales expuestas en diversos espacios públicos alrededor del mundo, Ju Ming se convirtió en uno de los artistas contemporáneos más reconocidos de Asia.
Hong Kong desempeñó un papel fundamental en la carrera de Ju, inicialmente como el lugar donde sus obras comenzaron a ganar reconocimiento internacional a través de exposiciones.
Taichi series. Ju Ming. Foto: Sotheby's
Muchos de dichas muestras fueron organizadas por el galerista de Hong Kong Johnson Chang Tsong-zung. El fundador de Hanart TZ Gallery tenía una larga asociación con el artista y fue el comisario de la exposición individual de Ju en 1982 en el Centro de Artes de Hong Kong, y una muestra aclamada por la crítica en 1991 en el South Bank Centre de Londres.
El fallecimiento de Ju Ming marca el final de una era que fomentó que los artistas educados en habilidades y mentalidad tradicionales se convirtieran en gigantes del arte chino moderno.