A 38 años de que Moyshe Segal, mejor conocido como Marc Chagall falleciera, decidimos profundizar sobre su vida y obras ya que no por nada fue venerado por Picasso y los surrealistas, y es considerado una figura clave en la historia del modernismo europeo.
Describió a su padre como un “esclavo de galeras”
Moyshe Segal, mejor conocido como Marc Chagall, nació en julio de 1887, convirtiéndose así en el mayor de nueve hijos.
En las memorias que este escribió comparó a su padre con un "esclavo de galera" debido a que el trabajo que realizaba en Vitebsk, un área del Imperio Ruso, que hoy es parte de Bielorrusia, era aparentemente era tan difícil que lo hizo decidirse a evitar un destino similar y perseguir su sueño de convertirse en artista.
Absorbió influencias de todos lados
La originalidad de Chagall residía en su personalísima síntesis de las influencias que captaba de todos lados. Además del arte popular ruso y los íconos de la iglesia ortodoxa, también se basó en la tradición artística judía, sin mencionar el trabajo occidental contemporáneo, después de mudarse a París en 1911.
La paleta tenue de sus pinturas anteriores dio paso a colores fuertes y puros inspirados en el fauvismo. Utilizado para efectos emocionales y/o místicos, el color intenso se convirtió en una característica del arte de Chagall a partir de entonces.
Le bouquet de lilas, 1968. Marc Chagall. Foto: Christie's
Fue nombrado como padrino de los surrealistas, pues se negó a ser uno de ellos
Cuando regresó a París tras haber pasado varios años en Rusia, el surrealismo ya se había convertido en el principal movimiento intelectual de la ciudad, por lo que las visiones oníricas de Chagall de la década anterior fueron aclamadas como innovadoras.
De acuerdo con el líder de los surrealistas, André Breton, “ninguna obra fue jamás tan resueltamente mágica” como la de Chagall. Debido a esto, el ruso fue invitado oficialmente a unirse al movimiento, pero se negó.
Chagall pasó la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial en Nueva York
Francia bajo el gobierno de Vichy era un lugar peligroso para que vivieran los judíos, por lo que Chagall y Bella, quien en aquel momento ya era su esposa, aceptaron una invitación para irse a vivir a los Estados Unidos, específicamente Nueva York.
Los aspectos artísticos destacados de su estancia incluyeron el diseño de escenografía y vestuario para el ballet Aleko de Léonide Massine, que se estrenó con gran éxito en 1942. Bella murió de una infección viral dos años después. A partir de ese momento, su imagen se repetiría, como amante o novia, en varias de las pinturas de Chagall hasta su propia muerte en 1985.