Talavera: Una mezcla de tradición, actualidad y arte
La cultura mexicana es mestiza por donde se vea, es decir, una mezcla rica en distintos ámbitos que forjó a la nación.
Tal es el caso de la talavera, una artesanía que resultó de una fusión interesante.
Sus orígenes se encuentran en China que poseía una técnica similar y se extendió por gran parte de Europa.
También se puede apreciar la influencia árabe que se heredó a la península ibérica y posteriormente al país americano.
Finalmente España contribuyó con su Talavera de la Reina que se desarrolló en Toledo.
Así, la cerámica mayólica (loza común con esmalte metálico) realizó su recorrido hasta llegar al nuevo continente.
Pero es en México durante la época colonial que surge esta fusión de técnicas, única en su estilo.
La talavera cuenta con denominación de origen por su fabricación artesanal y tradición.
Los estados de Puebla (Zaragoza, Atlixco, Cholula y Tecali de Herrera) y Tlaxcala (San Pablo del Monte) son las regiones en las que encontró su esplendor.
Dicha práctica es ya patrimonio cultural de la humanidad.
Y si bien es un ornamento valorado ha llegado a ser considerado arte, un ejemplo es la colección que posee el Museo Franz Mayer con aproximadamente 726 piezas.
La talavera está en todo
El barro es su componente clave, una vez que se tiene la pieza es pintada y llevada al horno para que adquiera su textura particular de esmaltado y además el fuego la convierte en impermeable.
El acabado vitreo sobre una base blanca le da ese aspecto único. Elaborada a mano es frágil y a la vez notablemente bella.
Los colores más comunes, debido a que son generados a partir de los pigmentos primarios son el azul, amarillo, naranja, verde, negro y lila.
Pero hay un color que reina y ese es el azul cobalto.
La talavera está en platos, floreros, jarrones, joyería y artículos decorativos.
Y también en iglesias, edificios y conventos, así como en la decoración de interiores.
Una muestra fundamental de su utilización es la Casa de los Azulejos (siglo XVIII edificada por el conde del Valle de Orizaba) ubicada en el centro histórico de la Ciudad de México.
Actualmente hay talleres certificados que se distinguen por la originalidad de sus diseños y la tradición en su técnica.
Una de las virtudes de la talavera es que no existen dos iguales. Su técnica y cada uno de los diseños son únicos.