Mucho antes de los bancos de arte vectorial, dibujos animados generados en computadoras y los NFT, el arte digital era increíblemente limitado tanto en Japón como el resto del mundo.
Hasta entonces se preferían métodos y medios puramente físicos, como el dibujar y esculpir artesanalmente.
Las fotografías y los videos se manipulaban directamente durante el proceso de filmación, pero durante la edición y el desarrollo de dichos proyectos casi no se tocaban.
Por lo tanto, la introducción del arte por computadora implicó un cambio drástico para la industria de las artes y los medios, así como para los artistas independientes que buscaban un camino menos tradicional.
Obras de los 90 de Ichiro Tanida. Fuente: VJ TECHNOV Instagram
A finales del Siglo XX, el arte digital estaba realmente lejos de lo que es ahora debido a que los artistas dependían de los disquetes y tecnología pesada.
Durante la década de 1990, el atractivo futurista del arte digital atrajo a muchos artistas contemporáneos de todo el mundo, especialmente en Japón.
Durante esta época en Tokio, la escena de la moda urbana, también conocida como el movimiento Urahara, estaba en auge. Ahora, los diseñadores legendarios trabajarían con directores de arte y creadores de vanguardia para publicitar sus colecciones.
De hecho, los grandes almacenes Laforet Harajuku y Parco de Tokio eran famosos por sus eclécticos anuncios de moda en vallas publicitarias que tuvieron éxito gracias a los avances en el arte digital.
El icónico artista digital Ichiro Tanida fue uno de los primeros japoneses en adoptar el arte 3D. Nacido en 1965, Tanida se graduó del Instituto de Arte y Diseño de Toyo en 1986, en Tokio.
Algo artísticamente revolucionario de su arte es que Tanida creó un personaje llamado Jane, una feroz mujer que exudaba atractivo sexual y aplomo, que a menudo aparece en sus creaciones.
Este diseñador gráfico ha dicho que prefiere dibujar mujeres poderosas porque cree que un aumento en la representación de figuras femeninas fuertes podría mejorar la sociedad moderna.
Tanida supo representar mejor que nadie a la sociedad japonesa, incorporando uniformes marineros clásicos de secundaria, así como a hombres de negocios japoneses en sus obras.
Su arte, que resulta completamente atemporal, abraza brillantemente las tendencias del 2000, del ciberespacio de esa época y la fiebre por los videojuegos de esa época.
Obra de Hideyuki Tanaka. Fuente: Hideyuki Tanaka Instagram
Por otro lado, Hideyuki Tanaka es otro de los artistas digitales japoneses más aclamados que estaba causando sensación antes del Siglo XXI.
Nacido en 1962 en Shizuoka, su estilo de arte digital juega más con la cultura kawaii que tan en boga siempre ha estado en Japón.
Sus creaciones de hecho se encuentran influenciadas por mangas legendarios como Astro Boy y Tensai Bakabon, lo que realmente se refleja en su icónico personaje Milk-chan, quien apareció por primera vez en 2000.
Al igual que Tanida, Hideyuki Tanaka trabajó con software creativo en 3D, construyendo su característico estilo en torno al uso de colores vivos y semi-realismo con un toque de consumismo.
Un rasgo distintivo del arte de Tanaka fue su creación de personajes excéntricos, todos demostrando una personalidad tácita y de toda regla.
Por lo tanto, en el Siglo XX el progreso del arte digital en Japón (y el resto del mundo) realmente fue mínimo en comparación con el trabajo que ahora circula libremente en Internet de artistas contemporáneos.
A lo largo de tantos años el arte digital en Japón ha recorrido un largo camino, pero cabe señalar que aún tiene que alcanzar su forma más pura y excéntrica.