La arquitectura hostil: Diseño urbano para desalentar la convivencia
La arquitectura hostil es una herramienta del diseño urbano mediante la cual se construyen espacios públicos que desalientan el uso. Además, no sólo se utiliza para no fomentar la convivencia, también para no permitirle espacio a las personas en situación de calle. Esto, sin duda, es una forma de controlar la forma de vida urbana por parte de la autoridad. Dicha autoridad determina los usos, tiempos y formas en que deben utilizarse los espacios públicos.
En el mundo, podemos ver varios ejemplos de la arquitectura hostil, por ejemplo, el barrio Camden, en Londres o algunas zonas de Madrid.
Camden
De este famosos barrio londinense era originaria la cantante de soul Amy Winehouse. Y este lugar es uno de los más reconocidos por estar formado, en gran medida, por arquitectura hostil.
Por ejemplo, los bancos de piedra de Camden, hechos de un material que repele el agua y la suciedad. Incluso, repele también la pintura, por lo que son antigraffiti. Además, sus bordes no les permite a los skaters que los usen para realizar acrobacias, esto, por su superficie totalmente lisa.
Otro ejemplo es que se instalan bancos individuales, esto es, más sillas que bancos. Y aunque parezca algo sin importancia, los sociólogos aseguran que con esto se evita el contacto entre personas. Por si fuera poco, genera también que las personas en situación de calle no puedan quedarse a dormir ahí.
Vocación disciplinaria
La arquitectura hostil, o defensiva, es también una forma de normar a la sociedad a que no haga cosas “indebidas”. Su protagonista es un ‘mobiliario a vocación disciplinaria’, según la definición de algunos sociólogos. Además, los estudiosos de la materia aseguran que los más afectados son las personas sin hogar y los jóvenes. Estos segundos, porque de no contar con este tipo de arquitectura hostil, podrían interactuar en estos espacios de mejor manera.
Otro símbolo de la arquitectura hostil es el de las púas o pinchos colocados en algunos portales. Esto se hace para evitar que las personas sin hogar duerman en ellos o para evitar acciones incívicas. Por ejemplo, que las personas orinen en ellos.
Vida posmoderna
A pesar de esto que puede parecer muy obvio, cada vez hay más diseños de la arquitectura hostil que tienen que ver con la vida posmoderna. Las plazas que se renuevan y se convierten en lugares prácticamente sin zonas verdes ni lugares donde sentarse e interactuar. Por el contrario, las terrazas quedan en restaurantes privados donde se debe pagar para poder acceder.
Es así como la arquitectura hostil influye cada vez más en nuestra vida y norma el actuar de las ciudades, ¿Qué opinas de esta forma de construir metrópolis?