Que una artista cuente con un característico estilo es lo más complicado, pero cuando se tiene tan definido, como el de la artista belga Adele Renault, resulta fascinante pues uno puede ver una de sus obras donde sea y reconocerlas sin problema alguno.
Los retratos que Renault pinta son coloridos y siempre de un tema: palomas o un detalle de estas, como sus plumas.
Detrás de cada mural que Adele Renault lleva a cabo hay enternecedoras historias ya que suele plasmar criaturas que han brindado alegría a las personas con las que por algún extraño motivo terminaron conviviendo.
Lo que hace esta artista es reivindicar la vida de estos animales con los que a diario nos topamos, pero que usualmente no ponemos atención o incluso consideramos una molestia.
Adele Renault suele plasmar a estas aves con tonos brillantes en las que predominan las tonalidades púrpuras y azules de su plumaje, acentuando los colores iridiscentes de las aves.
Cada retrato de las adorables palomas es realista y cuenta con una impresionante cantidad de meticulosos detalles, desde pequeños detalles en las plumas hasta excepcionales arrugas en sus rostros.
Esta artista, de 33 años, se crió en una granja ubicada en la región de Ardenas y su familia fue quien la animó a viajar y experimentar el mundo por su cuenta.
Con tan solo 14 años viajó a Venezuela y después decidió irse para Brighton, Inglaterra. Adele estudió artes visuales, desde la pintura al óleo clásica hasta grafiti.
En 2010 se graduó de la Academie Royale des Beaux Arts de Bruselas y después de un rato de haber vivido y trabajado en Ámsterdam decidió mudarse a Los Ángeles, en Estados Unidos, para conocer más del mundo y ampliar sus referencias como artista.