Eduardo Mac Entyre, uno de los grandes pilares del arte moderno en Argentina, es conocido internacionalmente por su Op-art y haber fundado el movimiento Arte Generativo.
Desde muy joven tuvo inclinación hacia el dibujo, por lo que su incursión en el mundo de la pintura fue relativamente sencilla.
Siempre fue alentado por su madre y abuelo materno, así que ni un segundo dudó el dedicarse de lleno a la pintura.
Su primer muestra se llevó a cabo en 1954 en la Galería de Arte Comte de Buenos Aires, y la misma fue organizada por su gran mentor Ignacio Pirovano. Su talento brilló y rápidamente se abrió paso en el mundo del arte argentino.
Tras haber experimentado con la pintura figurativa, el neoimpresionismo, cubismo y constructivismo, en 1960 Eduardo Mac Entyre llegó al que sería su camino: el Arte Generativo.
Entonces fue que junto a Miguel Ángel Vidal decidió fundar el movimiento, al que luego se incorporaron otros artistas como Ary Brizzi y Carlos Silva.
Dicho movimiento consistía en que las obras partían de un punto o una recta para generar el movimiento por medio de sucesivos desplazamientos, giros y vibraciones en el plano.
Desde entonces, Mac Entyre trabajó sobre las posibilidades de la pintura generativa y exploró el movimiento de las formas mediante la creación de desplazamientos que, a su vez, generan efectos vibratorios.
Pronto el artista optó por la circunferencia, forma que convirtió en la unidad de un sistema que le permitió lograr múltiples variantes.
Su obra generativa logró un temprano reconocimiento local e internacional que tendió a identificar su estilo con ese tipo de pintura.
Aunque desde su etapa de formación no abandonó la figuración, se interesó por explorar diferentes técnicas y materiales y realizó series a partir de manchas y trazos gestuales.
A través del crítico de arte Rafael Squirru su trabajo llegó a conocerse en diversos países del mundo y ahora sus obras pertenecen a las más importantes colecciones como las del Vaticano, el MoMA, el Guggenheim de Nueva York y el Museo de Filadelfia.
Sus líneas curvas eran características de sus obras. Casi todos los museos de América Latina poseen sus obras y en la Residencia Argentina en Washington realizó un monumental trabajo en el comedor de la misma.
Eduardo Mac Entyre murió hace 7 años ya, un 5 de mayo de 2014, pero su obra está más vigente que nunca.