Para el diseñador chileno Abel Cárcamo todos los días son una nueva oportunidad para experimentar, inventar y encontrar soluciones al diseñar hermosos muebles, objetos y lámparas.
Explorar resulta crucial para el creativo ya que dicha acción le permite transformar una sencilla pieza en algo que represente mucho más en cada espacio.
Cárcamo rediseña sillas, mesas, taburetes y lámparas a través de formas orgánicas para luego realzarlas con materiales insospechados como la cerámica o el yeso.
Lo anterior permite que un objeto de uso diario sea percibido como una pieza de arte en el lugar donde se le coloque, ya que cuenta con una personalidad única que genera emociones en quien pueda apreciarlo.
Un trabajo como el que realiza Abel Cárcamo hace valorar lo artesanal debido a que hoy en día lo homologado y estandarizado es lo más usual.
Desde que estaba en la universidad, el diseñador empezó a explorar en los procesos ya que su curiosidad y motivación hicieron que aceptara su ignorancia ante situaciones y procesos que desconocía, pero que le llamaban la atención.
Un éxito en concreto de Abel Cárcamo se dio cuando diseñó Fabril, una lámpara cuya silueta está inspirada en antiguas luminarias industriales pero que se elabora torneando a mano la cerámica que en ella se emplea.
En su exterior Fabril cuenta con una textura y tono natura, y en su interior está totalmente recubierta por una capa de esmaltado blanco, generando un contraste entre lo tradicional y lo contemporáneo.
Dicha idea también la ejecuta en Cover, una lámpara de líneas modernas fabricada en mimbre que imita la forma de un cacahuate.
Sin duda alguna Abel Cárcamo sabe crear un increíble vínculo entre la práctica tradicional y la estética minimalista, dando como resultado que cada una de sus creaciones sean verdaderas joyas de arte.