La música, tan grandiosa e influyente como lo es para todos, también suele olvidar. Este es el caso de Johnnie Johnson, dueño de unos dedos virtuosos para el piano y de los hombros donde Chuck Berry se apoyaría para alcanzar la fama.
Nacido en West Virginia el 8 de julio de 1924, Johnnie Johnson se fascinó por el piano desde los siete años. “Era un juguete gigante,” dijo Johnnie Johnson. “Me gustaba el sonido que salía de él (...) Practicaba cuando podía y aprendí de oído tocando sobre los discos de mi madre.” Muy pronto ya tenía su propio estilo, uno que tatuaría a la historia e influenciará a la generación del Rock’n’Roll que ubicamos perfectamente al día de hoy.
No obstante, antes de dar el salto para ser la figura tan prominente que fue, se enlistó para trabajar en la confección de material bélico para la Segunda Guerra Mundial, y su aventura como gran pianista comenzó cuando se hizo músico de The Barracudas, una orquesta de jazz de Bobby Troup para militares.
Al regreso de su tiempo en el ejército, a inicios de la década de 1950, Johnnie Johnson se mudó a Detroit y luego a Misuri, donde se sentó con artistas que serían sus mentores, incluidos Muddy Waters y Little Walter, que le ayudarían a formar un grupo de jazz y blues, The Sir John Trio con el baterista Ebby Hardy y el saxofonista Alvin Bennett.
La noche que cambió todo para Johnnie Johnson
En la víspera de Año Nuevo de 1952, The Sir John Trio tenía un compromiso en el Cosmopolitan Club, en East St. Louis, sin embargo, Bennett sufrió un derrame cerebral y no pudo actuar. Johnnie, apurado en la búsqueda de un reemplazo de último minuto, llamó al único músico que estaría disponible para tocar, un joven llamado Chuck Berry, que en ese entonces era un guitarrista limitado aunque agregaba voz y talento para el espectáculo del grupo. Al ver que la situación de salud de Bennett lo mantendría lejos de los escenarios, Johnson contrató a Berry como miembro permanente del trío.
Johnnie Johnson solía minimizar su rol tras el mejor periodo creativo de Chuck Berry, aun cuando queda en evidencia que trabajaban como equipo. Fuente: Salón de la Fama del Rock and Roll.
Así, el manejo del grupo se volcó hacia Chuck, que con su voz, talento y presencia llamó la atención de Chess Records en 1955, disquera que pronto llevó al trío a Chicago donde grabaron "Maybellene" y "Wee Wee Hours", dos de sus éxitos más notables.
Para cuando el trío finalmente dejó Chicago, Berry había firmado como solista y Johnnie Johnson y Ebby Hardy se convirtieron en parte de su banda. Johnson pensaba que la banda conseguiría mejores trabajos con Chuck al frente. Y así fue mientras Johnnie pasaba a un segundo plano, mismo que habitaría hasta el día de su muerte, aunque siempre fungiendo como el alma y el piano de todas las canciones de Chuck durante más de dos décadas, arrojando éxitos inmortales como “School Days”, “Carol”, “Nadine”, “Oh Baby Doll”, “Rock & Roll Music”, “Reelin’ and Rockin'”, “Sweet Little Sixteen”, “Route 66”, “Come On”, “Little Queenie" y “Johnny B. Goode”.
Johnnie Johnson es una de las figuras más importantes del Rock’n’Roll, junto a Chuck Berry proporcionaron al género de identidad y misticismo. Fuente: Salón de la Fama del Rock and Roll.
El retorno -- y la partida -- del alma del soul
Cuando llegó 1973, el dúo Johnson-Berry comenzaba a tomar caminos diferentes, algunas biografías sugieren que los problemas de alcoholismo de Johnnie Johnson pesaban entre ambos, otras tantas mencionan un simple cambio de época.
Lo cierto es que Johnnie partió del exitoso grupo aunque seguiría tocando en algunas bandas de su natal St. Louis, mezclándolo con otro trabajo, el de chófer de autobuses.
Un reconocimiento digno para Johnnie Johnson llegó hasta el documental del concierto Hail! Hail! Rock ‘n’ Roll, que fue lanzado en 1987. Esa inercia ayudó a Johnson a volver a la música, ya que ese mismo año grabó su primer álbum en solitario, Blue Hand Johnnie. Poco tiempo después actuó con Keith Richards, Eric Clapton, John Lee Hooker, Bo Diddley y George Thorogood en el álbum en vivo de 1995 de Thorogood Live: Let’s Work Together.
En 1996 y 1997, Johnson realizó una gira con la banda de Bob Weir, Ratdog, tocando 67 shows. En 1997, Johnson, Raymond Cantrell y Stevie Lee Dodge formaron el St. Charles Blues Trio. En 2001 finalmente llegó al Salón de la Fama del Rock and Roll, aunque nuevamente marcado por la sombra de Berry porque fue presentado como parte de su banda.
Fue finalmente el 13 de abril de 2005, después de una década, que le regresó a Johnnie un poco de todo lo que él le había dado a la música. Falleció a los 80 años, aunque su legado y su música siguen vivos, especialmente en Fairmont, Virginia, donde cada año se lleva a cabo The Johnnie Johnson Blues & Jazz Festival como tributo a uno de los arquitectos y fundadores del Rock’n’Roll.
Johnnie, ausente en los créditos, no lo es en el sonido puro y duro que marcó el inicio de unos de los géneros más resilientes en el mundo, y lo es por sus músicos aún más capaces de adaptarse a sus tiempos, entre ellos, Johnson y sus dedos.