Las lámparas del francés Benjamín Graindorge son, como todos sus diseños: una forma abstracta ensamblada estéticamente, en donde conviven la armonía y lo inusual.
En el caso de las lámparas de cueva, el artista creó un objeto de contemplación que busca mostrar cómo la luz modela los espacios que habitamos, a la vez que revela las formas de lo que nos rodea.
Dispuestas en color blanco, rosa, amarillo, negro y dos tonalidades de azul, estas lámparas tienen un costo de 250 euros y forman parte de la colección del Museo de Artes Decorativas de París.
Están fabricadas en cerámica y se envían desde Italia a todo el mundo, a través de la tienda virtual Moustache.
Nacido en 1980, Graindorge es catalogado como uno de los jóvenes talentos del diseño francés, y se caracteriza por hacer una exploración constante de su profesión desde todos los ángulos con el propósito de innovar y evadir el aburrimiento.
Actualmente desarrolla su talento como diseñador industrial con Ligne Rosel y Artuce, como diseño editorial para Moustache, y realiza diseño de investigación con YMER & MALTA Gallery.
En 2010 colaboró con François Bauchet en la escenografía de la Bienal Internacional de Diseño de Saint-Etienne 2010, y en 2012 ganó el premio internacional ELLE deco como Joven diseñador del año, tras triunfar consecutivamente en el concurso Cinna y en los Audi Talents Awards en la categoría de Diseño.