Con una trayectoria de más de 30 años, los arquitectos Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal nunca han demolido un inmueble para construir uno nuevo.
La filosofía de Lacaton y Vassal se basa en reutilizar, reinventar y revitalizar cada estructura arquitectónica.
Y después de 34 años de poner en práctica dicho enfoque, los arquitectos franceses ganaron el mayor reconocimiento que se puede obtener en su industria: el Premio Pritzker.
Lacaton y Vassal llevan años oponiéndose a demoler construcciones previas, pues consideran que es un enorme desperdicio de materiales.
Para ellos lo importante es mirar las cosas con ojos nuevos ya que siempre hay algo bueno que sacar de una situación o inmueble existente.
Usualmente Lacaton y Vassal se enfocan en la libertad y la funcionalidad de un edificio, por lo que dejan espacios sin definir ya que esto permite a los inquilinos usarlo de acuerdo con lo que necesiten.
Otra de las características de sus proyectos es que resultan mucho menos costosos y ambientalmente más sostenibles, además de que suelen evitar que los residentes se deban de cambiar durante la construcción.
Para Lacaton y Vassal diseñar viviendas a precios accesibles siempre ha sido crucial ya que los arquitectos suelen sacrificar la calidad cuando no son construcciones tan costosas.
Mediante el uso de diseños simples y materiales básicos, Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal desafiaron el hecho de contar con presupuestos y crear versátiles espacios.
Lacaton y Vassal se conocieron en Burdeos en la Escuela de Arquitectura a finales de la década de 1970. Después de esto pasaron cinco años trabajando en el sur del Sahara, lo que representó un parteaguas en sus carreras.
Los arquitectos han comentado en diversas entrevistas que el desierto fue para ellos una segunda escuela y que justo fue en esa época donde aprendieron a tener un enfoque poético ya que con materiales básicos, como la tela y la madera, pueden crear sombra y elementos claves.
Su despacho es pequeño, pues solo cuentan con 10 personas, incluidos ellos dos, pero eso no les impidió realizar más de 30 proyectos en Europa y África Occidental, además de ganar el codiciado premio Pritzker.
