El pintor ruso Marc Chagall (1887-1985) fue uno de los más importantes artistas del vanguardismo y su trabajo refleja resonancias de fantasías y sueños.
Chagall se inspiró en las costumbres de la vida en Bielorrusia e interpretó muchos temas bíblicos, reflejando así su herencia judía.
Entre 1960 y 1970 se involucró en grandes proyectos destinados en espacios públicos o en importantes edificios civiles y religiosos.
Su obra está conectada con diferentes corrientes del arte moderno.
Aunque formó parte de las vanguardias parisinas que precedieron la Primera Guerra Mundial, Chagall se quedó siempre en los límites de estos movimientos y tendencias emergentes.
Estuvo muy conectado con la Escuela de París y sus exponentes, como Amedeo Modigliani.
En sus obran abundan referencias a su niñez. Sus pinturas comunican felicidad y optimismo entre colores intensos y vívidos.
A Marc Chagall le gustaba colocarse en sus obras como observador del mundo, un mundo de colores visto a través de un vitral.
Cultivó durante más de ochenta años un arte inspirado en el amor, los recuerdos, las tradiciones rusas y judías y los acontecimientos de los que fue testigo y, en ocasiones, protagonista.
¿Sabías que?
- Hayao Miyazaki realizó una escena con recuerdos de la obra de Marc Chagall en su película Majo no Takkyübin.