Francis Bacon fue un pintor irlandés de estilo figurativo idiosincrásico, cuya obra se caracterizó por el empleo de la deformación pictórica y gran ambigüedad en el plano intencional.
Autor de 584 pinturas y alrededor de 600 dibujos, vivió en Berlín y París. Fue en esta última ciudad donde se encontró de frente con obras como La masacre de los inocentes de Poussin, creación que despertó un gran interés en él tanto por la boca como por el grito, al igual que las figuras antropomorfas de Pablo Picasso, fue ahí donde decidió hacerse pintor.
Acuarelas, gouaches y óleos formaron parte de su pintura, aunque como no fue reconocido inmediatamente, destruyó parte de su producción.
Trabajó también como decorador de interiores y diseñador de muebles modernos.
Hacia 1944 finalizó su tríptico Tres estudios de figuras al pie de una crucifixión, obra que en su momento generó polémica, pero que hoy es considerado uno de los más originales e inquietantes del arte del siglo XX.
La temática de la vida en la muerte como la muerte en la vida fue fundamental en su arte. Bacon pintó la figura humana expuesta y vulnerable, deformada y mutilada, logrando así expresar la soledad, la violencia y la degradación.
En 1949 el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) compró la obra de Bacon titulada Pintura (1946) que presenta dos figuras inciertas más una de ella suspendida como si estuviese crucificada.
Margaret Thatcher alguna vez despreció la obra de Bacon e incluso la describió en términos de “asquerosos trozos de carne”.
A Bacon le gustaba vivir la vida plenamente sin importar correr riesgos considerables.
Su serie Hombre en azul captó al piloto Peter Lacy, el primer gran amor de Bacon, aunque la relación fue en su mayoría violenta y tormentosa.
Tiempo después descubrió a George Dyer, su amante y modelo durante ocho años. Su relación fue intensa, inestable e imprevisible.
Dyer, quien sufría de depresión, se suicidó y Bacon inmortalizó su muerte a través de obras suyas en las que representó instantes finales de Dyer.
Curioso y desordenado, Bacon acumulaba en su taller innumerables recortes de prensa y fotografías de obras de arte del pasado. Tras la muerte del autor, su taller fue a la Galería Municipal de Arte Moderno de Dublín, mismo que fue reconstruido con una precisión arqueológica, como si fuera una obra de arte en sí mismo.
Bacon visitaba el Museo Del Prado cada vez que podía hacerlo; a veces incluso en privado, mientras el museo permanecía cerrado al público.
En 2009, el Prado acogió una exhibición antológica de Bacon que fue conmemorativa del centenario de su natalicio y fue organizada junto con la Galería Tate de Londres y el MoMA.
Bacon murió a los 82 a causa de un infarto.
¿Sabías que?
En 2013 el tríptico de Bacon titulado Tres estudios de Lucian Freud (1969) alcanzó el precio récord de venta en subasta pública de 142 mil 405 millones de dólares, convirtiéndose en una de las tres obras más caras de la historia.
Para tomar en cuenta
En 1998, se publicó una biografía fílmica titulada Love Is the Devil: Study for a Portrait of Francis Bacon.