Alexandra Kehayoglou rinde homenaje a la naturaleza a través de lo que mejor conoce desde pequeña: las alfombras.
Esta joven argentina, cuya familia es dueña de la fábrica de alfombras El Espartano, ha revolucionado el arte textil como pocas veces se había visto.
Para Alexandra cada pieza a la que da vida representa un lugar lleno de magia y un regreso a su infancia. Por lo tanto, el espectador puede sentirse cercano a cada una de sus obras ya que están llenas de sentimientos.
Cada una de las alfombras de Kehayoglou, que suelen ir de los 40 centímetros de diámetro hasta los 240 metros cuadrados, eternizan algún lugar que ha podido disfrutar en diversas etapas de su vida.
La naturaleza es su fuente de inspiración y justo por eso, Alexandra Kehayoglou le rinde tributo a través de los diferentes escenarios naturales que representa. Pastizales, campos, lagunas, bosques o jardines mágicos son algunos de los paisajes a los que da vida.
Además de alfombras, Alexandra también da vida a espectaculares tapices e instalaciones textiles, como el proyecto A carpet, Buenos Aires to Paris, donde uno de sus pastizales cubrió la pasarela del desfile de Dries Van Noten.
Para desarrollar sus propuestas, la artista argentina primero realiza una investigación sobre lo que quiere comunicar y luego, si es que no conoce el lugar que piensa plasmar, lo visita y documenta absolutamente todo lo que ve en él con fotos, videos y escritos.
El siguiente paso que da es realizar bocetos y finalmente se pone a trabajar en un bastidor vertical para crear sus asombrosas alfombras.
El trabajo de Alexandra Kehayoglou realiza no solo representa lujo sino que permite, como por arte de magia, viajar a diversos lugares aunque jamás se haya estado en ellos, pues en eso radica la magia de lo que hace.