La estrategia de la Galería Uffizi para evitar filas en sus taquillas
Los viajes se terminan en un abrir y cerrar de ojos como para que los gastemos en una interminable fila, así sea fuera en la Galería Uffizi, Florencia, famosa por exhibir obras de Botticelli y Leonardo da Vinci.
Pero no sólo se trata del agobio que genera en los visitantes enfrentarse a masas que quieren visitar el famoso museo, también se trata de proteger las obras y optimizar la seguridad de espectadores y trabajadores. Fue así que las director Eike Schmidt comisionó un sistema basado en un algoritmo que terminará con las largas esperas.
Aunque se encuentra en etapa de prueba, el algoritmo recoge información científica como el tiempo de visita, la capacidad de la salas, la época del año y la comparativa histórica. Con todos estos datos se determina una cita para cada visitante, con un margen de error de 15 minutos.
“La gestión de las colas es una ciencia exacta, basada en las estadísticas, la estructura de gestión, la informática... Pero también es una ciencia social, que no tiene que ver con moléculas sino con grupos de personas que se comportan de manera distinta en función del entorno. Hemos podido trabajarlo para tener un modelo estadístico predictivo muy preciso, pero habrá casos en los que no hemos pensado todavía”, advirtió Schmidt.
El sistema fue creado por un equipo de la Universidad de L’Aquila dirigido por Henry Muccini, presidente del Programa de Estudios de Informática.
Además de esta innovación, Schmidt creó un sistema variable de tarifas y re-ubicó las piezas para evitar aglomeraciones en algunas salas.
Conociendo a los espectadores
Este método de La Galería Uffizi también nos permite conocer cómo se compartan los visitantes: desde el tiempo que destinan para su recorrido y las obras que más observan. Por ejemplo, Schmidt explicó que se percataron que hay grupos que sólo permanecen 40 minutos o menos –los típicos que sólo se toman la foto para el Instagram–, mientras que sólo un 3% se toma muy enserio las visita y se quedan por más cuatro horas. Sin embargo, está muy satisfecho de saber que la mayoría destina tres horas en admirar la colección.
