Como si se tratara de una película del futuro, Paulo Vainer plasma en su fotografía eléctrica colores neón, vestimentas metalizadas y mucha luz.
Con instalaciones fijas, peinados cortos y actitud estática, Starwalker es un photoshoot dispuesto a electrizarnos.
Siempre, de la mano de la fotografía digital y la moda. Las modelos Bruna Tenorio y Bruna Tiedt protagonizan la historia de Starwalker capturada por el fotógrafo de moda Paulo Vainer.
Con la dirección creativa de Casa Darwin para la última edición de la revista Plastic Dreams.
Los encargados del estilismo fueron Daniel Ueda y Pedro Salles con el peinado y maquillaje de Duda Molinos.
Además, la dirección de arte estuvo a cargo de Rodrigo Leao, Mariana Coelho y Jorge Romanos.
Talento brasileño
Paulo Vainer es uno de los más talentosos y afamados fotógrafos de moda brasileños.
Comenzó su carrera en 1978 como asistente del fotógrafo Bob Wolfenson.
En 1981 viajó a la ciudad de Nueva York para trabajar con Steve Bronstein. Posteriormente, regresó a Brasil para colaborar con el fotógrafo Andreas Heiniger antes de comenzar su carrera propia.
Y es que, ya en solitario, se volvió fotógrafo de la agencia Abril Publishing House Studios.
Posteriormente, en 1990, Paulo estableció su propio estudio.
Desde entonces, se ha convertido en uno de los fotógrafos de moda y publicidad más importantes de Brasil.
Simultáneamente, en 1991 comenzó a trabajar como DOP con los directores Ricardo Van Steen, Walter Salles y Andrucha Waddington.
Con esta valiosa experiencia, Paulo comenzó rápidamente su carrera como director, trabajando para las principales agencias de publicidad en el país sudamericano.
Incluso, en 2004 lanzó su primer largometraje como DOP titulado: Noel - O Poeta da Vila.
Fotógrafo y director
Además de su trabajo comercial, que se caracteriza por una fotografía eléctrica, Paulo Vainer ha participado en varias exposiciones colectivas e individuales.
Sobre todo, ha expuesto en diversas galerías del país de la samba y el portugués. En esta serie fotográfica, Paulo Vainer deja ver su arte y estética.
Además, el cuidado en su fotografía eléctrica y la forma de contar la historia de dos chicas que caminan por las calles dando luces neón a cada paso.