Ping Pong no es el típico restaurante tailandés. Su paleta de colores brillantes, ideada por Alexander Lotersztain de Alexander Lotersztain Studio y Derlot, lo convierte en un lugar único que ofrece una extraordinaria experiencia gastronómica.
El propietario del restaurante pidió a Lotersztain que creara un lugar con un enfoque holístico el cual coincidiera con los objetivos de su sofisticado menú.
Dicho menú consiste en una mezcla de comida tradicional tailandesa junto con sabores experimentales, como un tiramisú de té tailandés, y precisamente de ahí se desprende la idea de un interior rosado atrevido para la sección principal de Ping Pong.
Para Alexander Lotersztain Studio y Derlot el poder crear un lugar así debía de abarcarlo todo, por lo que pusieron atención a todos los detalles.
Ping Pong cuenta con un enfoque totalmente experiencial, con dos salas completamente contrastantes que provocan diferentes respuestas.
En la primera parte del lugar, donde se encuentra el salón principal y funciona como el alma de este, impera un rosa fuerte digno de una foto para Instagram.
Este tono resultó ser el mayor desafío de diseño al que se enfrentaron las firmas debido a la dificultad de lograr un tono uniforme en todos los acabados.
En la parte trasera hay un ambiente más tranquilo e íntimo en la sala de la jungla verde, que está llena de vegetación.
El objetivo de estos estudios era brindar diversión a la industria restaurantera y definitivamente lo lograron con Ping Pong.