El ilustrador mexicano Gabriel Pacheco encontró en el dibujo su verdadera pasión y es a través de este que se ha convertido en un escritor de imágenes como él mismo se define y un constructor de mundos.
Aunque la literatura figuraba entre sus intereses principales y se licenció como escenógrafo en la Escuela de Arte del INBA, la desilusión y su hermana lo acercaron a la literatura infantil y fue ahí donde comenzó su aventura con el dibujo.
Comenzó haciendo reproducciones de ángeles de Rafael y Miguel Ángel, con el paso del tiempo, los proyectos comenzaron a llegarle.
A la hora de crear una obra, Pacheco se va planteando la escena que representará hasta convertirla en un discurso visual que será observado he interpretado por el espectador.

Sus obras fluctúan entre lo emotivo y lo reflexivo, entre lo que conoce y desconoce, el uso de colores, símbolos, referencias gráficas o plásticas provienen de lo que consciente e inconscientemente representa al mexicano.