Después del grafito, el diamante es la forma más estable del carbono, y sus características, tanto estéticas como químicas, lo han convertido en uno de los elementos más preciados en el mundo.
Derivado del griego antiguo: adamás, que significa propio, inalterable, irrompible e indomable, los diamantes son fuente de inspiración para innumerables artistas de distinta índole.
Desde su uso como símbolos sacros hasta el perfeccionamiento de las técnicas de pulido y corte para su explotación comercial, estas gemas son sinónimo de distinción y elegancia.
En este sentido, el estudio de diseño portuguesa Boca Do Lobo, retomó la esencia de este lujoso objeto y creó el aparador Diamond.
Un opulento objeto lleno de recursos y deseo que tiene dos puertas cuidadosamente esculpidas que revelan un interior forrado en oro con un estante y dos cajones.
Inspirado en el mobiliario gótico de la época romántica, este aparador representa la joya de la corona de la firma de diseño.
“El aparador Diamond es un reflejo de la maestría y quintaesencia del joyero de muebles, sin duda merecedor de su título”, destacó Boca Do Lobo sobre su creación.
Sin duda, este artículo, en sus versiones color esmeralda, plata, violeta, chocolate y azul, es una brillante apuesta por la decoración elegante e intemporal.