La filosofía de vida de Audrey Hepburn en 5 frases

27 de Febrero de 2019 a las 22:33 hrs.


La filosofía de vida de Audrey Hepburn en 5 frases


Hollywood ha dado muchas estrellas de la pantalla grande, pero sin esta mujer en especial, la historia del cine estadounidense no sería la misma.

Hablamos de Audrey Hepburn, una de las actrices más reconocidas del cine, que sigue siendo referencia de belleza y actitud.

Sus papeles en Vacaciones en Roma (por la que ganó el Oscar en 1953), Sabrina, Desayuno con diamantes y Always, marcaron su carrera y dejaron huella en nuestros corazones.
Su verdadero nombre era Audrey Kathleen Ruston y era descendiente de una de las familias aristócratas de Holanda, los Van Heemstra.

Audrey encarnaba una belleza frágil y esbelta que se convirtió en ícono del estilo. Fue considerada una de las mujeres mejor vestidas de su época y Hubert de Givenchy fue su diseñador de cabecera.

Pero no solo era bella por fuera. Audrey Hepburn era una mujer fuerte y amorosa, que pensaba que la mejor actividad que podemos hacer es sonreír:

“Amo a las personas que me hacen reír. Con sinceridad, creo que reír es lo que más me gusta hacer. Cura una multitud de enfermedades. Y es, probablemente, la mejor cualidad en una persona”.

"Mi vida no es teorías y fórmulas, es instinto y sentido común" Audrey Hepburn


Sin embargo, la actriz no tuvo una vida fácil. Su padre la abandonó en 1935 y luego tuvo que vivir la Segunda Guerra Mundial, que obligó a su familia a mudarse a Inglaterra.

Durante la guerra Audrey padeció anemia, problemas respiratorios y hambre. Por si fuera poco uno de sus hermanos fue llevado a un campo de concentración y otro se perdió en los ataques de resistencia.

Su vida quedó marcada por estas adversidades, sin embargo siempre intentó destacar en lo que hacía: “Yo no tomo mi vida en serio, pero tomo lo que puedo hacer en mi vida en serio”.

Ayuda humanitaria

Además del cine, la actividad con la que encontró sentido a su vida, según cuenta su biógrafo Donald Spoto, era ayudar.

“Si necesitas una mano que ayuda, encontrarás una al final de tu brazo. Al madurar, descubrirás que tienes dos manos, una para ayudarte y otra para ayudar a otros”, decía.

Durante años Hepburn viajó a Guatemala, Honduras, El Salvador, Vietnam y Etiopía en misiones de voluntariado para combatir el Sida y la desnutrición infantil, y en 1988 fue nombrada embajadora de Buena Voluntad de UNICEF.

Declaró que su confianza en UNICEF estaba ligada a su terrible experiencia durante la guerra y con esto nos enseñó a ser agradecidos con quienes nos han ayudado:

“Sé perfectamente lo que el UNICEF puede significar para los niños, porque yo estuve entre los que recibieron alimentos y ayuda médica de emergencia al final de la Segunda Guerra Mundial… Tengo una enorme gratitud hacia el UNICEF y una confianza sin límites en lo que realiza”.

Pensar en rosa

La última película en la que Audrey Hepburn apareció fue Always (1989), dirigida por Steven Spielberg. Luego pasó sus últimos años ayudando hasta que el cáncer le quitó la vida en 1993.

A pesar de su difícil infancia siempre tuvo una actitud positiva que se reflejaba en su trabajo, en sus labores humanitarias, en su eterna sonrisa y en sus frases esperanzadoras:

"Pienso en rosa. Creo que reírse es la mejor manera de quemar calorías. Creo en los besos, en besar mucho. Creo en ser fuerte cuando todo parece ir mal. Y creo que las chicas felices son las más bellas. Creo que mañana es otro día y creo en los milagros".