Richard Learoyd es un fotógrafo que ha recuperado la técnica de la cámara oscura, que remite a los orígenes de la fotografía, para lograr auténticas obras de arte que parecieran pintadas a mano.
Nacido en Nelson, Lancashire, Inglaterra (1966), Learoyd creó su propia cámara partiendo de cero con el único fin de contar con una máquina que le permitiera hacer fotografías únicas de gran tamaño y con una calidad insuperable, cuyas copias son muy grandes (50x70” o 50X60”), tardan en revelarse 18 minutos y se realizan en un único disparo que, de fallar, obligarían a repetir todo el proceso.
La técnica de la cámara oscura requiere de dos habitaciones, una en la que está el personaje u objeto a fotografíar, iluminado de una poderosa fuente de luz y en la otra, la cámara desde donde el fotógrafo toma la imagen, ambos espacios conectados por una lente.

Richard quería que sus fotografías tuvieran un tamaño específico sin tener que aumentarlas y sin un negativo ni archivo digital de por medio, es por ello que recurrió a dicha técnica.
Retratos, naturalezas muertas en color y de grandes dimensiones que parecen pintados a mano destacan en la obra de Learoyd. Los detalles de la piel y las expresiones de los modelos reflejan la vulnerabilidad y melancolía que el artista busca engrandecer y exhibir, como si la imagen penetrara en la vida interior del sujeto.
El artista inglés busca conseguir con sus fotos una visión reflexiva de la intimidad y una comprensión más intensa del espectador que permita aumentar el nivel de humanidad de la gente.
Su obra forma parte de las colecciones de Tate, Victoria & Albert Museum, The Getty, San Francisco Museum of Modern Art, The Metropolitan Museum of Art, National Galley of Canada, por mencionar algunas.