El pictorialismo: Retratos antisemitas de William Mortensen
William Mortensen utilizó el pictorialismo como la corriente idónea para su subversión y desenfado.
Nacido en Utah en 1897, fue un de los fotógrafos más innovadores del Siglo XX.
Aunque poco conocido, su trabajo fue controvertido debido a que hacía una transgresión al status quo.
Mortensen, apodado “el Anticristo del pictorialismo”, retrató mujeres que simulaban tener vínculos con la magia negra.
Además, en su arte incluyó prácticas como eventos escenificados para la cámara, fotomontajes y combinaciones imagen/texto. Siempre, con un toque esotérico y misterioso.
Su trabajo se contraponía a la fotografía académica, con ello reivindicaba los valores propios de la fotografía.
Por esto, su pictorialismo suponía crear obras de arte en plena igualdad con otras disciplinas artísticas (escultura, arquitectura).
Renunciaba por completo a ser una simple imitación de la pintura.
¿Cómo nace el pictorialismo?
Surgío como un rechazo a la fotografía de aficionados –nacida con la comercialización de la cámara fotográfica de Kodak–.
De hecho, el pictorialismo también rechazaba el sistema de revelado y copiado en laboratorios industriales.
Al distanciarse de la realidad, utilizaba la técnica del desenfoque o efecto floue. Además, contenía una imagen borrosa, altamente influenciada por el Impresionismo.
Mortensen, que se apropio de estas características desde el primer momento, realizó imágenes sobre el ocultismo, la magia negra, lo grotesco y la belleza oscura.
Desdeñado por los puristas
Mortensen siempre fue mal visto entre los fotógrafos puristas de la época como Ansel Adams o Edward Weston.
Básicamente su rechazo comenzó con su serie fotográfica de brujas y mujeres embrujadas, tomadas entre 1926 y 1927. Esta interpretación de la mujer y el vínculo de ésta con la magia negra le ganaron mala reputación.
Por fortuna, el pictorialismo de William Mortensen ha tomado un nuevo aire. Esto, pese a que permaneció por muchos años en el anonimato.
Dos de sus libros han sido reeditados y su obra formó parte del acervo del Morbid Anatomy Museum, en Brooklyn.