Daisy Collingridge adora investigar la forma humana, a través de esculturas, performance y arte hecho con tela.
La artista multidisciplinaria británica que posee un estilo muy particular impulsado por el diseño de moda y la artesanía, crea unos trajes que exageran la calidez y suavidad de la carne.
Egresada de Central Saint Martins, Collingridge, sorprende con estos voluptuosos y carnosos trajes que evocan asombrosamente la complejidad escultórica de la musculatura humana con sus formas orgánicas, fofas y en tonos pastel.
Sus grotescas y viscerales esculturas de tela ofrecen cualidades similares a la carne que los materiales tradicionales para esculpir no poseen.
Para Collingridge es importante el uso de este material, debido a que es el medio más accesible y lleno de significado, porque todos estamos en contacto con él diariamente.
Selfies, posiciones de yoga y reposo, se observa en sus divertidas esculturas humanas que sin duda poseen su propio carácter.
Cada pieza es tan real, que indudablemnete adquieren su propia identidad, mostrando su estado natural, cómo viven, pero moviéndose en su propio mundo de fantasía.
Y es que el principal objetivo de Daisy Collingridge, es mostrar el cuerpo humano sin estos prejuicios y conceptos sobre la “perfección”, pues considera, está en constante evolución porque lo perfecto no existe.
El trabajo de esta creativa, representa un cuerpo que se ve con poca frecuencia en las redes sociales y que celebra, la y complejidad de los cuerpos humanos.
Un mundo que mezcla melancolía y alegría, pero que finalmente celebra la forma humana, ese complejo molde en el que todos existimos por un tiempo y al que Daisy, pide al espectador considerarlo en todas sus formas sacando y observando todo su potencial.
Para conocer más de este artista única, te dejamos su cuenta de Instagram y puedas darle un vistazo: