La obra de la artista australiana Rebecca Baumann abarca una variedad de medios, que incluyen escultura cinética, fotografía, performance, animación digital e instalación.
Baumann está fascinada por el complejo funcionamiento de las emociones humanas y la búsqueda del ser humano de la felicidad a través de la celebración y el ritual.
Ha extendido ese interés a la relación entre color y emoción, basándose en investigaciones en psicología, sociología, teoría del color e historia del arte.
Sus obras afectan al público a través de sus cualidades vivenciales, transitorias y emotivas.
Metódicamente planificadas y ejecutadas, las piezas de Baumaan a menudo utilizan materiales festivos como confeti, oropel, humo, globos y serpentinas, que momentáneamente, y a veces violentamente, cobran vida mediante diversos mecanismos, incluidos ventiladores, lanzadores de bolas, relojes y detonadores.
Su Automated Colour Field es una escultura cinética que consta de una cuadrícula montada en la pared de 100 relojes giratorios, cuyos paneles numerados han sido reemplazados por tarjetas de papel en una variedad de colores.
Los relojes que funcionan con pilas marcan su propio tiempo, girando las tarjetas de papel en minutos y horas para crear un campo caleidoscópico de color.
Como en muchas de las obras de Baumann, los mecanismos utilizados para activar los materiales elegidos y los ruidos incidentales que generan estos mecanismos son un elemento importante de la experiencia que crea.
En esta obra, los relojes analógicos activan las tarjetas de papel, produciendo un zumbido de fondo bajo, y un suave golpeteo como gotas de lluvia cayendo sobre un techo de hojalata.
Basado en la psicología, la teoría del color y la historia del arte, Automated Color Field hace referencia al movimiento de pintura abstracta conocido como campo de color.
Baumann está interesada en cómo percibimos subjetivamente el color y el tiempo, y cómo estos fenómenos se visualizan y miden científicamente.
Su enfoque principal es la relación íntima entre el color y la emoción, y la forma en que colores y combinaciones de colores específicos pueden provocar sentimientos o estados de ánimo particulares.
Al incorporar el tiempo en esta ecuación, la artista australiana vincula los arreglos de color continuamente cambiantes generados por los relojes giratorios con el espectro fluctuante de emociones que las personas experimentan durante un periodo de 24 horas.
Rebecca Baumann ha expuesto a nivel internacional e internacional.