Grandes muralistas mexicanos como José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros llevaron su arte por el mundo.
Las creaciones de estos muralistas en Estados Unidos exaltaron los ideales de la Revolución, la luchas de las clases sociales y el crecimiento industrial.
La idea era demostrar que el arte podía servir como compromiso social, algo que los estadounidenses no habían visto y no tenían en ese momento.
Conoce detalles sobre el trabajo en Estados Unidos de estos tres muralistas radicales y revolucionarios de su época que trascendieron con su arte.
Diego Rivera
El impacto de Diego Rivera en Estados Unidos comenzó en 1916, cuando la Modern Gallery mostró piezas del periodo cubista del mexicano junto a obras de Cézanne, Van Gogh, Picasso y Braque.
Posteriormente participó en un par de exposiciones más al lado de estos grandes de la pintura.
Más tarde, la Modern Gallery presentó pinturas de Diego Rivera que influenciaron a los artistas de esa época en Estados Unidos.
En 1928, durante un viaje a la Unión Soviética, Rivera conoció a Alfred H. Barr Jr., quien después se convertiría en el director del Museum of Modern Art de Nueva York, con quien entablaría una gran amistad.
Durante 1930 se trasladó a San Francisco para pintar el mural Alegoría de California en el Pacific Stock Exchange Luncheon Club.
En 1931 inauguró una exposición retrospectiva en el MoMA que integró 149 obras y cinco murales transportables.
También elaboró el mural La creación de un fresco: la presentación de la construcción de una ciudad, en la California School of Fine Arts, hoy San Francisco Art Institute.
En 1932, Diego Rivera firmó un contrato con la Founders Society of Detroit Institute of Arts para realizar el Mural de la industria de Detroit.
Edsel Fort contrató a Diego para pintar un mural en el patio interior del Instituto de Artes de Detroit que reflejara la fuerza laboral y el crecimiento industrial que vivía la ciudad.
José Clemente Orozco
La segunda etapa mural de Orozco inició a partir de su estancia en Estados Unidos, en 1927. Allí realizó tres murales importantes.
En Nueva York realizó dibujos sobre escenas de la Revolución y una serie de óleos, que muestran el carácter deshumanizado de la gran urbe.
El historiador de arte José Pijoán gestionó que Orozco fuera invitado al Pomona College en Claremont, California, y decorara el Frary Hall.
En dicho lugar, Orozco realizó uno de los motivos más importantes de su pintura en la figura de Prometeo, héroe mítico que valientemente se apodera del fuego divino para entregarlo a los mortales.
La figura central del mural del Pomona College es un gran desnudo: el Prometeo triunfador que ayudará a los obres a purificarse.
Esa figura constituye el punto de partida de sta nueva etapa de Orozco.
En 1930, realizó murales en la New School of Social Research de Nueva York.
Posteriormente fue invitado a impartir clase de técnica del fresco en el Dartmouth College, en Hanover, New Hampshire, donde permaneció hasta 1934.
David Alfaro Siqueiros
Al ser expulsado de México en 1932 por su radicalismo político, David Alfaro Siqueiros se refugió en Estados Unidos y llegó específicamente a la ciudad de Los Ángeles.
En su estadía de seis meses, Siqueiros pintó tres murales, pero sin duda alguna, el más significativo fue el segundo de estos.
América Tropical fue pintado en la pared exterior del segundo piso del Salón Italiano, localizado en la Calle Olvera en el Distrito Histórico del Pueblo de Los Ángeles.
Este es el mural más antiguo de Los Ángeles y el único de Siqueiros pintado en EU que se conserva en su lugar original.
Esta pintura es una fuerte declaración política del imperialismo estadounidense en América Latina.
Con este mural, Siqueiros utilizó por primera vez equipo mecánico ampliamente, principalmente el aerógrafo.
En la obra se muestra a un indígena mexicano crucificado en una doble cruz con una águila americana sobre él. También puede verse una pirámide maya en el fondo invalidad de vegetación y un campesino peruano y uno mexicano sentados en una pared, listos para defenderse.
¿Sabías que?
En febrero de este año, en el Museo Whitney de Nueva York se presentó una exposición con 200 obras de 60 muralistas mexicanos, encabezados por Orozco, Rivera y Siqueiros.