Las obras del artista chino Zhan Wang examinan la relación de los objetos humanos con la naturaleza, además del medio ambiente que compartimos y transformamos.
Con sus gigantescas esculturas e impactantes instalaciones, Wang busca interrumpir el espacio donde sean colocadas para hablar de la relación de los seres humanos con lo que le rodea.
Desde pequeño tuvo claro que quería dedicarse al arte ya que le apasionaba dibujar, pero fue gracias a su abuela materna que se encaminó en el mundo del arte pues ella fue quien le enseñó todo lo que sabe sobre la pintura tradicional china.
Otro momento clave de su vida fue cuando su tío le explicó cómo abocetar, ya que fue lo que le abrió las puertas a un nuevo mundo, uno del que jamás saldría.
Zhan Wang es conocido a nivel internacional por trabajar con gigantescas rocas (naturales o artificiales) a las que después recubre con acero inoxidable altamente pulido para emular a las famosas y tan apreciadas piedras de los eruditos o gonshi, las cuales suelen ser colocadas en jardines para que formen parte de las contemplaciones de los sabios chinos.
También es fotógrafo y videoartista, pero la mayor parte de su producción son grandiosas instalaciones que invitan a reflexionar.
Zhan, quien vive y trabaja en Beijing, es realmente famoso en China, donde su producción es ampliamente vista en espacios públicos y privados, lo que le ha asegurado un lugar en el arte contemporáneo.
Un tema constante en el trabajo de Zhan Wang es el de fusionar lo artificial y lo natural, lo realista y lo abstracto, lo geológico y lo espiritual.
El trabajo de Zhan Wang ha sido expuesto en recintos internacionales como el Asian Art Museum de San Francisco; el Museum of Fine Arts de Boston; el Kunstmuseum de Berlín, en Alemania, y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.