Gracias a su magistral forma de plasmar diversas texturas, en especial del llamado slime, que es una masa viscosa, Kotao Tomozawa logra lo que pocos artistas: inquietar y hasta asquear al espectador.
Los retratos de esta artista suelen mostrar materiales que cuentan con una peculiar textura, ya sean por ser traslúcidos, elásticos o acolchados para impactar al ser vistos. Debido a esto sus obras pueden resultar grotescas ,pero gentiles.
Nacida en 1999 de madre japonesa y padre francés, Tomozawa pasó varios años de su infancia en Francia antes de trasladarse a Japón a la edad de 5 años.
Su madre, Mimiyo Tomozawa, es una reconocida mangaka e ilustradora. Respecto a su nombre, que es casi tan único como sus pinturas, esta artista explicó en entrevista a Spoon & Tamago que recibió su nombre de la isla Ko Tao de Tailandia gracias a que sus padres visitaron este lugar una vez y se enamoraron del mismo.
Teniendo una artista como madre, Tomozawa creció dibujando pero comenzó a pintar al óleo hasta llegar a la escuela secundaria. No fue hasta la universidad cuando decidió incorporar el famoso slime en sus pinturas debido a la gran curiosidad que este material despertaba en ella.
Si alguna vez hiciste o compraste slime para jugar, es muy probable que en algún momento te lo hayas puesto en la cara pues su viscosa y fría textura resulta bastante atractiva.
Fue dicha sensación y la paz interior que le brindó este material al entrar en contacto con su piel, el punto de partida del excéntrico trabajo de Kotao Tomozawa.
Las obras de Tomozawa, en las que se logran apreciar la extrema crueldad con la máxima dulzura, tienen muchas facetas, como los contrastes que se pueden apreciar en este mundo.