Richard Stone es un artista británico multidisciplinario que explora los límites de la realidad y lo onírico.
Su trabajo, sin importar si lleva a cabo escultura, pintura o instalación, es totalmente reconocible y atemporal.
En esta ocasión nos concentraremos en sus esculturas, las cuales representan su trabajo más delicado. Por eso es importante señalar que esta disciplina es de suma importancia en su vida, tanto que actualmente divide su tiempo entre su estudio de Londres y el de Petrasanta, en Italia, lugar donde solo se enfoca en su proceso escultórico.
Stone es uno de esos escultores a los que no les gusta bocetar su trabajo, así que al comenzar con una pieza tiene una idea de cómo le gustaría que fuera, pero muy frecuentemente termina en algo más, lo que le fascina, ya que su trabajo enfrenta retos insospechados todos los días.
Para el artista entablar una conexión directa, física y mental con el material que trabaja es crucial porque cuando empieza a transformarlo, deja pensar y solo se deja llevar por lo que siente.
El trabajo de Richard Stone se caracteriza por ser espontáneo así que la creación de cada pieza conlleva un ritmo en específico, nada rápido, tratando de disfrutar al máximo el proceso. Una pieza le puede tomar un par de meses, pero hay otras que hasta más de un año y eso no le preocupa en lo más mínimo.
En sus primeros trabajos escultóricos, el artista mezcló materiales como el metal y la cera, la tierra y las flores debido a que eso era lo que le interesaba, el ver cómo funcionaban dichas combinaciones de materiales.
Actualmente escoge el material con el que elabora una escultura basándose en la sensación que quiere dar o el equilibrio que requiere dicha pieza.
Por ejemplo, si Stone quiere que una escultura se sienta más cerca del aire, usará mármol statuario por la claridad y translucidez con la que cuenta, pero si busca algo más cercano a la tierra, entonces empleará un mármol de carrara por su tono y grano.
Richard Stone es un extraordinario artista que siempre está buscando nuevos retos y formas de expresarse, pero la escultura definitivamente siempre contará con un espacio muy especial en su vida.