Artemisia Gentileschi (1593-1654) fue una pintora barroca italiana, representante del caravaggismo.
Su formación artística comenzó en el taller de su padre, el pintor Toscano Orazio Gentileschi, uno de los grandes exponente de la escuela romana de Caravaggio.
Aprendió de su padre la técnica y del dibujo, y el fuerte naturalismo de las obras de Caravaggio, con quien se le ha comparado por su dinamismo y por las escenas violentas que a menudo representan sus pinturas.
En sus cuadros desarrolló temas históricos y religiosos. Fueron celebres us pinturas de personajes femeninos.
En 1611, cuando Artemisia tenía 18 años, el pintor Agostino Tassi, maestro de la joven y amigo de su padre, la violó, un suceso que marcó la vida la artista y que influyó de manera puntual en su pintura.
La obra Judith decapitando a Holofernes (1612-11613), que se exhibe en la Galleria degli Uffizi de Florencia impresiona por el grado de violencia en la escena que representa.
Esta obra ha sido interpretada como un deseo de venganza por parte de Artemisia tras la violencia física había sufrido.
Gentileschi fue la primera mujer en hacerse miembro de la Accademia di Arte del Disegno de Florencia.
Disfrutó de un gran éxito, tuvo clientes alrededor del mundo. Trabajó bajo los auspicio de Cosme II de Médici y posteriormente se convirtió en una exitosa pintora de corte.
Tuvo una buena relación con Galileo Galilei con quien se mantuvo en contacto epistolar durante largo tiempo, mucho más allá de su periodo florentino.
Durante 1626 y 1630 se mudó a Nápoles y ahí recibió por primera vez un pedido para pintura al fresco de una iglesia, en la ciudad de Pozzuoli.
Entre 1638 y 1641 vivió y trabajó en Londres con su padre bajo el patrocinio de Carlos I de Inglaterra.
Artemisia Gentileschi pintó cuadros históricos y religiosos en un momento en que estos temas heroicos eran considerados inadecuados para el espíritu femenino.
Retocó y modificó obras de su padre y las dotó de un realismo que antes no tenían. Les añadió una atmósfera dramática, acentuando el claroscuro a la manera de Caravaggio, y de esta forma contribuyó al desarrollo de un caravaggismo violento.
En la obra de la italiana se pueden detectar rasgos de feminismo, ya que no acepta los modelos establecidos de la feminidad.
La forma en que Artemisia representa a la mujer pareciera negar la inferioridad oral y fisiológica que el discurso misógino de la época atribuía al sexo femenino.