Cliu es la primera mascarilla hecha en Italia que controla el estado de la respiración del usuario y la calidad del aire.
Transparente, segura, tecnológica, sostenible e inclusiva, esta mascarilla fue diseñada por el español Álvaro González.
La versión pro de este gadget está equipada con bluetooth, micrófono y sensores integrados, que, de la mano de una app, ayudan a prevenir la aparición de enfermedades del usuario.
La aplicación, además de arrojar el porcentaje de la batería del dispositivo y el de uso de los filtros, también muestra la frecuencia cardiaca del usuario y la calidad de la respiración que está teniendo.
También proporciona información en tiempo real sobre la calidad del aire en el área que se encuentra el usuario y las áreas circundantes, así como la existencia de cualquier brote de Covid-19.
La base de carga de Cliu está diseñada con una lámpara UV, que carga la mascarilla en menos de una hora y la desinfecta, matando todas las bacterias en un instante.
Cuenta con filtros intercambiables de cinco capas y equipados con carbón activado.
Está sellada herméticamente gracias a un cierre magnético, sin embargo, la parte delantera transparente puede abrirse y cerrarse cuando el usuario lo decida, permitiendo la libre ingesta de líquidos y alimentos.
Se prevé que las primeras mascarillas salgan a la venta en octubre y cada una de las partes de la misma podrá ser reciclada al final de su ciclo de vida, ya que está realizada con materiales sostenibles.