Jaguar tiene una extensa historia de ser uno de los fabricantes de autos más codiciados del mundo. La marca del felino comenzó su historia en 1922 cuando William Lyons y su vecino William Walmsley formaron una sociedad en Blackpool, Inglaterra, y fundaron juntos la Swallow Sidecar Company, donde se dedicarían a realizar diseños y acabados únicos nunca antes vistos en un automóvil.
Más tarde, al acercarse el inicio de la Segunda Guerra Mundial, los vecinos decidieron cambiar de dirección parando la producción de sidecares y comenzaron con la construcción de sus propios autocars, el primer auto deportivo real.
Tras notar que la imagen final del auto daba la idea de la velocidad y la fortaleza característica del jaguar, uno de los animales más rápidos del mundo, decidieron renombrar su producto como Jaguar Cars, lo que dio pie a los primeros modelos en 1932, que incluían motores de 2.5L, conocidos como SS90 y SS100.
En 1945, año que finalizó el conflicto bélico, todos los autos fabricados por Lyons y Walmsley llevaban las iniciales SS, atribuidas como un recordatorio de sus raíces en el sidecar, pero las dejaron a un lado cuando se dieron cuenta de que las letras se parecían a las etiquetas que identificaban a las tropas nazis que habían azotado al país por tantos años.
Finalmente, el animal había renacido, ahora ejemplificando su velocidad a través de unos de los motores más avanzados de Europa y el mundo.
Si bien, la compañía ya había producido muchos diseños hermosos y lujosos, su Jaguar daba también un sentido de glamour y clase, detalle que le valdrían varios detractores que apostaban por coches basados en confiabilidad y rendimiento puro.
La planta principal de la marca se instaló en Coventry, Gran Bretaña, e ignorando a sus rivales, la empresa se enfocó aún más en el diseño y ensamblaje de la carrocería.
Ante el asombro del mundo que aún no se familiarizaba con esta marca, Jaguar lanzó el XK120, una impresionante máquina que aceleraba de 0 a 60 mph en menos de 5 segundos.
Su accesibilidad, delgada parrilla deportiva de forma ovalada y gran rendimiento convirtieron a este coche en un ícono de la industria que además catapultó a Jaguar hacia la dirección que buscaban.
De esta manera, la década de los 50 fue una de las más productivas para la empresa, ya que presentó su primera línea completa: Mk VII, una colección de sedanes que lo pondría frente a un nuevo mercado.
Los años 1951 y 1953 también estuvieron acompañadas de victorias en carreras oficiales, y en 1955, 1956 y 1957, en ramas un tanto más amateur, pero que al final fueron demostrando a los detractores las capacidades de este auto bellamente estilizado que podía alcanzar velocidad y rendimiento.
La sólida reputación que estaba ganado alrededor del mundo finalmente explotó en la década de los 60. Su tipo E le dio pase al Salón del Automóvil de Ginebra y el automóvil batió récords. Jaguar continuó siendo admirado por su gran rendimiento, capaz de alcanzar las 150 mph, y por contar con una carrocería única dentro de la industria automotriz, una que no se parecía a nada que hasta dicho momento se hubiera visto en el mundo.
En 1972, Sir William Lyons se jubiló y la compañía no logró alcanzar los estándares establecidos por su fundador. En 1975, después de 70 mil unidades vendidas para el tipo E, la producción se detuvo y fue reemplazada por el XJS, que no tuvo tanto éxito, pero que abriría las puertas al resto de la historia.
Tras la jubiación de sus visionarios creadores vinieron un par de décadas bastantes complicadas debido a que Jaguar se enfrentó a su etapa más difícil, y aunque parecía caer en bancarrota tras la llegada de competencia que le fue quitando mercado y ampliando su gama de diseños, el rescate de la compañía llegó gracias a Leyland Company, y de esta manera, el ya antiguo fabricador marcó su camino para salir de la deuda y levantar su atractivo.
En 1989, Jaguar fue comprado por Ford Motor Company junto con Land Rover británico y desde entonces, la marca se ha mantenido, aunque perdiendo algunos de sus mercados más notables. En 2008, Ford vendió Jaguar y Land Rover a Tata Motors, un grupo indio, que la ha administrado hasta ahora.