Los accesorios han acompañado a la humanidad a lo largo de la historia y el collar tiene sus particularidades y encanto.
Se rastrea desde la prehistoria, para ser más precisos en la era paleolítica, conchas, piedras o huesos eran algunos de los materiales naturales con los que se realizaban.
Mientras tanto, distintas civilizaciones antiguas incorporaron dicho elemento como parte de su vida cotidiana. Hombres y mujeres lo portaban por igual.
Sin embargo, la cultura que destacó en este aspecto fue la egipcia, quienes tenían excelentes orfebres que diseñaron combinaciones, colores y estilos sumamente ricos.
En las ruinas de los asirios también fueron encontrados restos de algo muy parecido elaborados con huesos de aceituna.
En India, China, África y Mesoamérica también se tienen registros de su utilización.
Por su parte, los romanos portaban tres en especial que llamaron: monile, torques y collare.
Los griegos en cambio limitaron el ornamento a las mujeres e iniciaron la forma de cadena.
Otro uso interesante es el de los árabes a quienes era común ver con hojas y ramas alrededor del cuello.
Lo cierto es que el collar se relacionó en distintos lugares con la magia, poder y clase social.
El círculo cerrado que forma era concebido como una especie de protección o bien, amuleto en contra de alguna enfermedad.
Reyes y sacerdotes lo llevaban siempre no solo como un adorno, el simbolismo que cada sitio le otorgó variaba, lo que prevalecía era su importancia en todo sentido.
Salto en la historia
En la Edad Media se extendió esta tendencia, las cadenillas eran comunes, así como medallas, gargantillas o piezas de filigrana.
Y con la Revolución Francesa las cintas alrededor del cuello representaban un complemento, pero también una prenda de distinción.
Con la llegada del oro, plata y otros metales una gama enorme de modelos apareció, para cada gusto existe alguno que cubra con las expectativas o requerimientos.
La variedad en materiales, formas y detalles es infinita.
Actualmente es una pieza muy común tanto en hombres como en mujeres.
Y sí, hay quienes la utilizan solo como adorno y otros que aún les otorgan un significado especial.
La identidad está implícita en esta pieza, así que elige bien y muestra orgulloso quien eres.
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