La firma 123 Architects diseñó White Cave, un espacio comercial y galería minimalista en el primer piso de un edificio rodeado de rascacielos en el centro de Beijing, China.
A lo largo de la fachada de vidrio del lugar fue creado un llamativo espacio de exhibición cuyo objetivo es el de atraer a los transeúntes que pasen por ahí.
La superficie del techo asemeja a las olas del mar, conformado por marea alta y baja, que orgánica y sofisticadamente ocultan las tuberías.
En este lugar la iluminación fue colocada en los puntos más altos del techo, creando así la ilusión de que la luz natural invade la moderna cueva blanca.
White Cave fue creado con el objetivo de diseñar un espacio donde los visitantes pudieran interactuar entre sí sin ningún problema y se animaran a ser creativos.
La entrada se caracteriza por contar con una gran abertura cavernosa que atrae la mirada hacia la parte trasera de la tienda y ofrece un vistazo al interior.
Este recinto, que actúa como un lienzo con paredes blancas y pisos de concreto, resulta único en su tipo ya que invita a crear y a imaginar, lo que resulta grandioso en una ciudad que siempre está en movimiento.