A través de la arquitectura, el collage, la abstracción geométrica y patrones, Ben Willis crea yuxtaposiciones vibrantes.
Bajo el apodo de “Candy Man”, el artista estadounidense se distingue por la paleta de colores y materiales que le imprime a sus creaciones.
Con ayuda de acrílico, aerosol, brillo, metal, papel, plexiglás, resina, vinilo y madera, Ben Willis recrea la diversión y el atractivo de los dulces en piezas compactas que llaman la atención del espectador.
Su trabajo, a menudo táctil y visceral, está diseñado para funcionar como una metáfora de golosinas que satisfacen o estimulan el deseo.