Roland Topor fue uno de los artistas más surrealistas y versátiles de la segunda mitad del siglo XX.
El caricaturista francés ganó notoriedad en las páginas de la revista subversiva Hara-Kiri, la cual más tarde se transformó en Charlie-Hebdo.
Si bien sus dibujos no eran tan duros o políticos como los de sus colegas, ciertamente resultaban inquietantes y bastante macabros.
Por lo general presentaba yuxtaposiciones surrealistas de personas, animales, plantas y objetos. Topor rara vez usaba palabras en sus ilustraciones, pues dejaba todo el impacto a lo visual.
A través de los años, Topor encontró su camino en diferentes medios por lo que también ilustró y escribió libros. Su novela más famosa, Le Locataire Chimérique, que en español sería El inquilino, fue adaptada al cine por Roman Polanski.
Pero era tan talentoso que también escribió canciones, obras de teatro, guiones de cine y televisión, generalmente con él mismo como intérprete.
Fue codirector y guionista del largometraje de animación Le Planète Sauvage, de 1973, y de la película de títeres Marquis, de 1989, las cuales se convirtieron en unos clásicos de culto.
La versatilidad de Roland Topor lo convirtió en uno de los artistas más influyentes de su época, pero sin lugar a dudas como dibujante abrió paso a un estilo más oscuro, surrealista y en ocasiones escatológico para las siguientes generaciones.