Considerado el padre de la escultura minimalista en la década de 1960, en Gran Bretaña, Rasheed Araeen (Karachi, Pakistán-1935) roba miradas con sus obras llenas de formas geométricas y color.
Su estilo es el resultado de un proceso de práctica y experimentación de décadas.
En 1964, Araeen viajó a Londres y ahí fue donde empezó a producir esculturas influenciadas por el minimalismo.
En 1968 comenzó a idear obras con posibilidades cinéticas y procesos participativos.
Mediante figuras geométricas estructurales básicas como cubos, enrejados y discos, sus proyectos siempre están abiertos a la transformación mediante la “energía creativa de las personas”.
Este Verano, Rasheed invita a los visitantes al icónico Turbine Hall de la Tate Modern a derribar y volver a construir su obra.
Zero to Infinity, nombre que lleva su instalación, consiste en 400 cubos geométricos de colores brillantes.
Esta exhibición forma parte del UNIQLO Tate Play, programa gratuito de la reconocida galería que invita a las familias a ser creativas, inspirándose siempre en obras icónicas de los principales artistas de la colección de la galería.
Este artista conceptual pakistaní busca que los asistentes desmantelen la estructura y luego reorganicen sus componentes, iniciando un proceso de juego y transformación.
A través de este proceso creativo, la gente se involucra en una actividad continua de posibilidades infinitas.
Esta experiencia busca acercar a la gente a aprender más sobre Rasheed, a ser más creativa y a que, a través del juego, observen cómo toman forma sus ideas.
Sus obras se han exhibido en museos, bienales y galerías alrededor del mundo, además de que también forman parte de las colecciones de los amantes del arte más exigentes.