El Land Art o Earthwork es una corriente de arte contemporáneo en la que el paisaje y la obra de arte están estrechamente enlazados.
La corriente comenzó en 1968 en la exposición grupal Earthworks en la Dwan Gallery de Nueva York.
El artista utiliza la naturaleza como materia prima para la obra e interviene en sí misma.
La obra se genera a partir del lugar en el que se interviene. En ocasiones, las obras son una mezcla entre escultura y arquitectura y en otras un híbrido entre escultura y arquitectura de paisaje en donde juega un papel determinante el espacio público contemporáneo.
Por lo general, estas obras son creadas al exterior y están expuestas a cambios y erosión del entorno natural, por ende, algunas han desaparecido.
Los artistas del Land Art han explorado la categoría de las esculturas site-specific, diseñadas para una localidad exterior específica.
Las primeras obras de este tipo se realizaron en paisajes desérticos del oeste estadounidense a finales de los años sesenta.
El Land Art surge con la finalidad de producir emociones en el espectador que se enfrenta a un paisaje determinado.
Su principio fundamental radica en alterar, con un sentido artístico, el paisaje, para producir el máximo de efectos y sensaciones al observador.
El Land Art pretende reflejar la relación humano-Tierra, el medio ambiente y el mundo, expresando al mismo tiempo el dolor, debido al deterioro ambiental del clima que existe en la actualidad.
La materia prima del artista es la tierra, el medio ambiente y su principal técnica es la intervención en el paisaje.
Los artistas de Land Art corrigen la topografía, cavan zanjas, hacen movimientos de tierra usando excavadoras, entre otras.
Algunos de sus destacados exponentes son Christo, Eugenio Bermejo, Milton Becerra, Alice Adams, Pierre Duc, Hamish Fulton, Michael Heizer, entre muchos otros.