Hilma Af Klint: La verdadera creadora de la pintura abstracta
Hilma Af Klint, fue igual que su pintura abstracta: radical y secreta. Ella pintó para el futuro y el futuro ha llegado.
Nació en Suecia en 1862 y aunque se anticipó a Kandinsky, Malévich y Mondrian, su talento estuvo oculto por más de 40 años.
Estudió en la Real Academia Sueca de las Artes, en Estocolmo, donde forjó su aprendizaje en el retrato y el paisaje naturalista de la época.
A pesar de su talento como retratista, no fue bien recibida en los círculos artísticos, debido a que el mundo de las artes no aceptaba a muchas mujeres artistas.
Quizá fue por este rechazo que comenzó a interesarse en los avances científicos que trataban de explicar el mundo; además, se interesó en la metafísica y frecuentó grupos espiritistas y ocultistas.
Esta experiencia le trajeron nuevas dimensiones de la existencia humana, las cuales plasmó en sus cuadros.
Hilma utilizó figuras geométricas como círculos, óvalos, líneas y espirales. En el color, iluminó su obra con tonos pastel. Con su técnica, trató de describir conceptos abstractos, todo aquello que el ojo humano no es capaz de ver a simple vista.
Entre sus obras más importantes están Las pinturas para el templo (1906) que se trata de 193 pinturas dedicas a su guía Amaliel y Los diez mayores (1907), que representan las cuatro etapas de la vida.
Af Klint murió en un accidente vehicular en 1944... En su testamento dejó estipulado que su obra abstracta permanecería oculta en un granero y sería expuesta 20 años después de su muerte por su sobrino Eric Af Klint; estaba segura de que la sociedad del momento no entendería su arte.
Sin embargo, no fue en 1964 sino en 1980 que el Museo de Arte Moderno de Estocolmo expuso un total de mil 200 pinturas, centenares de escritos y 15 mil anotaciones que evidenciaron su expresividad, su fuerza y misticismo.