Considerado uno de los compositores más importantes de la historia de la música, Ludwing van Beethoven dejó al mundo un legado musical invaluable que ha influido de forma decisiva en la evolución del arte.
Pero, ¿sabías que detrás de esa mente maestra había un joven que odiaba tocar el piano y que prácticamente era analfabeto? Conoce algunas de las curiosidades de este genio musical.
Siempre tuvo problemas de salud
Desde su nacimiento, Ludwing fue un niño enfermizo. A lo largo de su vida padeció sordera, tifus, reumatismo, infecciones, problemas en la piel, hepatitis crónica y cirrosis.
Tuvo que dejar la escuela
Forzado a trabajar desde pequeño a causa de los problemas económicos en su hogar, tuvo que dejar la escuela. Se dice que el compositor apenas leía y escribía, además de que nunca logró aprender a multiplicar o dividir.
Odiaba tocar el piano
Desde niño, el músico vienés fue obligado por su padre a practicar este instrumento durante largas jornadas. Viendo su potencial, buscaba que su hijo llegara a ser un grande de la música.
Padeció sordera desde muy joven
Esta condición se le disparó por alguna enfermedad que padeció en la juventud como viruela o tifus. Desde los 27 años, Ludwing escuchaba un zumbido que lo atormentaba todo el tiempo.
Joven compositor
Con tan solo 12 años de edad, el vienés compuso su primera obra con nueve variaciones para piano, escritas en do menor, algo poco común, pues según los expertos, era una composición muy complicada de interpretar, incluso para un adulto.
Su encuentro con Mozart
A los 17 años, en un viaje a Viena, tuvo un encuentro con Mozart, quien no se sorprendía con gran facilidad con los jóvenes talentos que llegaban a mostrarle lo que sabían hacer. Sin embargo, se dice que Beethoven sí logró consguir algunos halagos de parte del artista.
Una frase memorable
El genio se compone del dos por ciento de talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación.