Hormigas se adueñan de espacios para reflexionar sobre migración
Casa tomada es un proyecto del artista Rafael Gomezbarros que a simple vista podría ser “interesante”, pero que guarda un significado mucho más profundo.
El nombre refiere a un cuento del escritor Julio Cortázar.
Y que inspiró al colombiano a tomar espacios públicos en grandes ciudades con esculturas de hormigas.
Con alrededor de mil 500 insectos conforma esta obra única.
Que además si se observa detenidamente, están formadas por dos figuras de cráneos humanos.
La intervención urbana es un pretexto para hablar de una problemática actual, la inmigración.
Es así como el proyecto itinerante desea abrir el dialogo sobre el impacto que los desplazamientos tienen a nivel social y humano.
Por lo que las hormigas aluden al territorio, la multiculturalidad, la búsqueda de una vida mejor y la identidad.
Sin duda el arte se convierte en un motor para recordar que, con este fenómeno, el tejido social inevitablemente cambia.