El artista que rompió con los paradigmas de una época: Paul Paul Gauguin
El concepto de belleza, estereotipos y arte, están definidos por ciertos patrones en cada época.
Sin embargo, hay personas que rompen con todo lo establecido y generan cambios. Movimientos que marcan un nuevo rumbo.
Paul Gauguin fue uno de esos artistas.
El francés desafió lo estético, y aunque solo después de su muerte recibió reconocimiento, ahora es considerado como uno de los mejores en la historia del arte.
Desde joven demostró interés por el oficio. Experimentó, trató, y poco a poco definió su obra.
Para dimensionar un poco su relevancia podemos mencionar que fue admirado por Van Gogh y fue influencia directa de Picasso.
Hacia el final de su vida realizó viajes que en su momento eran considerados como exóticos.
Recorrió sitios como Tahití y las Islas Marquesas. Ahí, conoció el esplendor de su trabajo.
Fue el primer artista europeo en pintar pieles morenas por hallar en ellas inspiración y la más alta hermosura.
Además, encontró su esencia en los desnudos y la naturaleza.
Fue así como la luz y flores se apoderaron de su pintura.
Sensuales cuadros nacieron y su maestría en cuanto a retratos se consagró.
Postimpresionista e intenso
Paul Gauguin, nació en París en 1848, su obra fue definida como arte primitivo, aunque posteriormente se le reconoció como exponente del postimpresionismo.
Las técnicas en cuanto a color fue un sello distintivo en su obra.
De vida intensa, fue mujeriego, mantenía problemas de salud, e incluso en una ocasión intentó suicidarse sin conseguirlo.
Y aunque siempre buscó evolucionar, cuando conoció Oceanía llegó a su cúspide en el arte.
Las figuras femeninas de aquellos lugares se volvieron parte fundamental de su vida y obra, sin importar el racismo que imperaba en el momento.
Incluso hay estudios que señalan que contrajo matrimonio con una nativa.
La herencia cultural de aquellos sitios fue el hilo conductor de sus más destacados trabajos.
Los viajes constantes de Gauguin sin duda dieron un giro a su producción.
Falleció en 1903 en la Polinesia francesa y es recordado por sus pinturas coloridas y audaces.